¿Te ha pasado?: ¡se me durmió la mano y el pie!
Seguramente te ha pasado que más de alguna vez, sientes que se te durmió la mano o el pie. Esa sensación de cosquilleo y no tener control del movimiento que dura sólo unos segundos. Algo que puede suceder de manera esporádica, transformándose en algo habitual y común. Pero ojo, también puede ser síntoma de algo más complejo ¿De qué se trata? ¿En qué debo fijarme? Y ¿Por qué se produce?
“¡Se me durmió el pie!…, “¡Despiértalo, dijo la abuelita!” Lo más seguro que te hayan dicho eso y un sinfín de bromas y dichos de antepasados, tratando de explicar una señal del cuerpo. Una respuesta que pareciera ser normal y sin cuidado, pero que a su vez también podría ser síntoma de una dolencia mayor.
¿Por qué se me duermen la mano y el pie?
El causante de esta sensación sería cuando el nervio se comprime. Es decir, cuando por ejemplo hemos tenido una pierna cruzada sobre otra, o nos sentamos sobre una de ellas. Una vez que se vuelva a la posición normal, se pasa.
Posibles enfermedades relacionadas
Como toda dolencia o molestia, muchas veces pueden ser pasajeras y sin importancia. Pero también como se trata de nuestra salud, puede ser signo de que algo no anda bien.
En este caso, existen posibles enfermedades que podrían estar afectando a nuestro organismo, las cuales pueden ser:
Una diabetes no diagnosticada ni controlada puede provocar alteraciones y lesiones en los nervios que se manifiestan con hormigueo y entumecimiento de las extremidades, las cuales son consideradas como síntomas.
Hipotiroidismo
Provoca una ralentización del metabolismo que a su vez causa una retención de líquidos e hinchazón de los tejidos, que pueden presionar los nervios periféricos y generar entumecimiento.
El hecho de que las manos se duerman, puede ser una señal de advertencia de esta enfermedad degenerativa. Suele ir acompañada de otros síntomas, como cansancio o rigidez al levantarse.
Tener una costilla extra
Si, tal como lo lees. Esto afecta aproximadamente a 1 persona de cada 500 y se conoce como “síndrome de la costilla cervical”. Es decir, la persona tiene una costilla de más que surge de la séptima vértebra cervical. Si esta comprime los vasos sanguíneos y algunos nervios pueden provocar entumecimiento en las manos.
Dieta muy estricta
Los nervios están protegidos por un almohadillado graso que evita su compresión. Si hay una pérdida de peso muy repentina (por dieta muy restrictiva, tumores) esa protección disminuye, facilitando que el nervio pueda comprimirse y haga que se duerma una parte del cuerpo.
¿Cuándo debo preocuparme?
Si la sensación de adormecimiento no desaparece al cabo de una hora, puede ser algo más serio:
- Un pinzamiento cervical
- Una ciática o un síndrome del túnel carpiano
- Hernia discal
- Una esclerosis múltiple
- Otra señal de alarma es cuando se te adormece la mitad exacta del cuerpo (mitad de la cara, brazo y/o pierna de un lado), ya que cuando esto ocurre suele tratarse de un ictus. Si te pasa esto, ve al médico inmediatamente.
¿Cómo evito el adormecimiento?
¡Cuidando nuestros nervios! ¿Cómo lo hago? Si el cuerpo nos está mandando algún mensaje, hemos de hacerle caso y no persistir en esa circunstancia que le provoca malestar. Si vemos que se nos empieza a dormir el pie, por ejemplo, hay que cambiar de calzado, descansar o hacer algo para que eso no vaya a más, ya que tras una sensación de adormecimiento, se puede pasar a que también se vea afectada la parte motora del nervio.
En este sentido, también es importante ser cuidadosos con nuestra postura. Cualquier cosa que haga que la columna vertebral se gire de forma inadecuada o le suponga un esfuerzo excesivo (sentarse mal, dormir en una mala posición, llevar bolsos muy pesados) puede acabar afectando al sistema nervioso y provocar un adormecimiento de alguna zona corporal.
Por lo tanto, lo importante es cuidar tus nervios y evitar situaciones incómodas para tu cuerpo.
Fuentes:
- Clara España
- News Medical Today
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