¿Por qué tenemos pesadillas?
Investigadores enfatizan en que las pesadillas ayudan a nuestro cerebro a procesar las experiencias intensas que tuvimos durante el día. Sin embargo, reconocen que el sueño tiene una función claramente reparadora, pero ¿qué pasa con las pesadillas? Aquí te contamos más.
Según Clínica Mayo, una pesadilla es un sueño perturbador relacionado con sentimientos negativos tales como ansiedad o miedo que, por lo general, ocasionan un despertar agitado, tanto en niños, como en adultos.
Así, te contamos en estusalud que el 90% de las personas ha despertado alguna vez con miedo, sudor frío o el corazón acelerado producto de un mal sueño. Sin embargo -y en contra de todo lo que esto pueda generar- expertos indican que las pesadillas podrían tener algo bueno.
Según la Asociación Estadounidense del Sueño, una posible explicación es que las pesadillas nos ayudan a procesar las experiencias más intensas vividas durante el día. Por eso, si estamos llenos de trabajo, podríamos perfectamente soñar que estamos arrancando de un tsunami.
¿A qué hora se producen las pesadillas?
Según los expertos, lo más probable es tener una pesadilla durante la segunda mitad de la noche y, rara vez, se repiten.
Los episodios suelen ser breves, pero hacen que nos despertamos, por lo que muchas veces es difícil volver a conciliar el sueño.
Características de una pesadilla
- El sueño parece completamente real y es perturbador.
- Se vuelve más inquietante a medida que el sueño avanza y se desarrolla.
- Por lo general, la trama del sueño está relacionada con amenazas a la seguridad, supervivencia u otros temas inquietantes.
- El sueño te hace sentir miedo, ansiedad, enojo, hastío o tristeza.
- El corazón te palpita fuerte mientras estás durmiendo e, incluso, puedes transpirar o hablar.
- El sueño te despierta.
- Puedes recordar con claridad los detalles del sueño.
- El sueño te provoca aflicción e impide que vuelvas a dormir por un buen rato.
¿Y qué pasa con los niños?
Los menores pueden comenzar a tener pesadillas entre los 3 y 6 años, lo que suele disminuir a partir de los 10.
Durante la adolescencia y la juventud, las mujeres tienen más pesadillas. ¿Y la frecuencia? Se dice que algunas personas las tienen durante toda la vida.
Causas de las pesadillas
Los expertos hablan de muchos factores. Entre los más importantes:
- Estrés o ansiedad, así como un problema en la casa o el trabajo que desencadene pesadillas. Los cambios de casa, trabajo, colegio o la muerte de un ser querido pueden también causarlas.
- Traumatismo, accidente, lesión, abuso u otro evento traumático que inquiete y provoque pesadillas.
- Privación del sueño como cambios de horario, sueño irregular, interrupción u otros.
- Medicamentos como antidepresivos, para la presión arterial, betabloqueantes o para el Parkinson.
- Abusos de sustancias como alcohol, sustancias recreativas o producto de la abstinencia de ellas.
- Causas fisiológicas como malas posturas, fiebre o comer antes de ir a la cama.
- Otros trastornos como depresión o de salud mental que se relacione con las pesadillas.
¿Se pueden prevenir las pesadillas?
La respuesta es sí y aquí te dejamos dos consejos importantes:
- Tanto para adultos y niños, ¡sigue una rutina de sueño saludable!
- A los niños, déjales un peluche o una manta favorita, usa una lámpara de noche y deja la puerta abierta en caso de que necesite un abrazo de sus papás o hermanos mayores.
¿Cuándo preocuparse?
Cuando las pesadillas se transforman en un problema porque el contenido en angustioso, muy intenso y repetitivo, o si se suele recordar todo.
Por esta razón, es necesario consultar con un especialista cuando:
- Se ve afectado el buen dormir.
- Se produce insomnio.
- Se inicia un círculo vicioso.
- Repercute en la mala calidad de vida del día siguiente.
¿Sabías qué?
Si bien, tener pesadillas es común, existe algo denominado trastorno de pesadillas que ocurre cuando estos malos sueños se repiten con frecuencia, causando angustia, interrumpiendo el sueño, provocando miedo a dormir y ocasionando problemas para mantenerse despierto durante el día.
Las pesadillas aumentan en la medida en que no gestionemos las tensiones, miedo o experiencias negativas que nos causen mucha angustia y, por eso, soñemos con ello.
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