Parálisis facial: ¿por qué se producen?

Fecha de Publicación: 30 Enero 2023
Tiempo de Lectura: 2 Min.

La páralisis facial se produce por la pérdida total o parcial del movimiento muscular voluntario en un lado de la cara, provocado por un fallo en el nervio facial, el cual no lleva órdenes nerviosas a los principales músculos de la cara, imposibilitando el levantamiento de la ceja, cerrar el ojo, incapacidad de sonreír entre otros. ¿Tiene tratamiento?. Te lo contamos aquí: 

La parálisis facial se manifiesta por la imposibilidad para levantar la ceja, cerrar el ojo, incapacidad para sonreír, alteraciones en el habla entre otras cosas.

Una afección que puede dejar secuelas, como es el caso de la influencer Daniela Urrizola quien señala tener menos visión de uno de sus ojos. ¿Por qué se produce? En Estusalud te lo contamos. 

Parálisis facial central 

La parálisis facial consiste en la pérdida total o parcial de movimiento muscular voluntario en un lado de la cara. Se produce por un fallo en el nervio facial, que no lleva las órdenes nerviosas a los principales músculos de la cara. 

¿Cuáles son las causas de la parálisis facial? 

Existen múltiples causas que pueden provocar una alteración del nervio facial a lo largo de su recorrido provocando una parálisis facial.  

La  más frecuente que se da en el 80% de las personas es la parálisis facial idiopática, también conocida como parálisis facial de Bell.  

Aunque la causa exacta es desconocida, se piensa que puede deberse a una inflamación del nervio producida por virus de la familia herpes simple. 

Otras causas menos frecuentes de parálisis facial periférica son: 

  • La inflamación del nervio por el virus varicela zóster 
  • Lesiones en el trayecto del nervio por tumores a nivel del ángulo pontocerebeloso (neurinoma del acústico) 
  • Tumores del oído medio o tumores de la parótida. 

Igualmente, pueden provocar una parálisis facial periférica los traumatismos craneales con fractura del hueso temporal, ciertos agentes tóxicos y enfermedades autoinmunes o la yatrogenia (accidente quirúrgico). 

También puede producirse una parálisis facial de forma congénita, como es el caso del Síndrome de Moebius. 

La parálisis facial idiopática de Bell tiene un pronóstico benigno. Es decir, en un porcentaje de los casos se consigue una recuperación total de la función del nervio.  

El tiempo medio suele ser entre cuatro a 6 semanas, llegando hasta los 6 meses para la recuperación completa. 

La secuela más frecuente es un leve grado de parálisis de los músculos que se afectaron. 

Los factores que peor pronóstico presentan son: 

Tratamiento 

El tratamiento inicial de la parálisis facial dependerá de la causa que la origine. 

En el caso de la parálisis facial idiopática el tratamiento inicial generalmente consiste en la administración de antivirales y corticoides. 

Si la parálisis es debida a un traumatismo, se puede administrar tratamiento con corticoides. Posteriormente, se puede corregir con cirugía. 

Por otro lado, como el párpado no se cierra, es necesaria la protección ocular. Para ello se utilizan gafas de sol, lágrimas artificiales, pomadas epitelizantes y se cierra el ojo con un parche durante el sueño, o la colocación de una pesa en el párpado superior. 

 


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