Obesidad informativa: el reflejo de una sociedad hiperconectada

Fecha de Publicación: 01 Septiembre 2022
Tiempo de Lectura: 3 Min.

Hoy en día, la manera de acceder a la información que buscamos y deseamos es muy diferente. La facilidad gracias a las nuevas tecnologías, es increíble. La carga de información a la que nos enfrentamos diariamente, tengamos o no necesidad es abismante. Es por eso que surge un nuevo concepto de “Obesidad informativa”,  información desproporcionada, excesiva que nos puede llegar a convertirnos en víctimas de la hiperconectividad.

Las nuevas tecnologías han cambiado la forma en la que nos relacionamos con la información, suponiendo que habitualmente nos enfrentamos a una carga desproporcionada en relación a nuestras necesidades.

El mundo actual nos ofrece la posibilidad de estar conectados en todo momento. Así, diariamente recibimos una enorme cantidad de información que resulta totalmente desproporcionada en relación a nuestras necesidades reales. Es a partir de ese exceso del que hablamos de obesidad informativa.

Evidentemente es difícil digerir toda la información que nos llega, por lo que podemos llegar a convertirnos en víctimas de la hiperconectividad de la sociedad actual.

¿De qué se trata la obesidad informativa?

Actualmente debido a la rapidez y efectividad, contamos con diversas fuentes de información que están a nuestro alcance constantemente.

Información que inunda todos nuestros rincones inclusive el psicológico. Este hecho hace que la obesidad informativa esté relacionada con nuestro bienestar mental. Por lo tanto, es importante poder contrarrestar este efecto, pero ¿cómo lo logramos?, a través de una dieta digital.

¿Qué es la dieta digital?

Utilizar de manera crítica y provechosa las nuevas tecnologías. Para ello, es indispensable optar por hábitos saludables. Así, se podría gestionar la avalancha de información a la que estamos expuestos:

  • Siendo más conscientes de cuál es nuestro vínculo con el mundo digital ¿dependemos de él?, ¿pasamos la mayor parte de nuestro tiempo navegando?
  • Saber encauzar el potencial del mundo digital. Se trata de ser más conscientes de la forma en la que elaboramos la información que recibimos.
  • Recurrir cuando sea necesario a la desconexión digital. Hay momentos en los que podemos llegar a sentirnos realmente saturados por estar en el mundo digital. Para ello, podemos tomarnos un descanso, sobre todo si vemos que la relación con él se vuelve dependiente.
  • Utilizar la propia tecnología para resolver la sobrecarga de información. Por ejemplo, poner filtros a la información que nos llega. Para ello, debemos estar al tanto de qué es lo que queremos recibir realmente.

Para poder tener un mayor bienestar mental, se puede comenzar con un buen sistema de filtrado de información, para que no sea bombardeado nuestro foco de atención y tengamos desgaste cognitivo.

De hecho, cada vez que encendemos el computador y el móvil, llegamos a estar envueltos en un ecosistema de tecnologías de la interrupción. Por ello, Javier Serrano-Puche en su artículo para la Revista internacional de comunicación, propone que la atención debe orientarse hacia la toma de conciencia de cómo es nuestro consumo informativo.

¿Cómo nos relacionamos con las nuevas tecnologías? ¿Cuál es la información importante y consistente con lo que de verdad necesitamos? ¿Qué información queremos en nuestras vidas? ¿Qué contenido tiene más peso para nosotros y por qué? ¿Cómo estamos filtrando los contenidos? ¿Qué fuentes utilizamos para informarnos?

Todas estas preguntas son útiles para transformar nuestra relación con la información y con los medios a partir de los cuáles la obtenemos. Así, podemos encauzarnos hacia lo que necesitamos realmente, sin dejarnos a un lado y siendo más auto responsables.

¿Cómo mantener un equilibrio?

La dieta digital conlleva a que tengamos un control de nuestra vida. Así, contamos con tiempo para nuestros seres queridos y para nosotros, ya que dejamos atrás la dependencia al mundo digital ¿Cómo lograrlo?

  • Consiste en analizar cómo la tecnología afecta nuestra salud física, mental y emocional.
  • Hacer un balance de nuestro consumo en el mundo digital, apoyándonos en los datos que arrojan nuestros dispositivos.
  • Se trata de restaurar las relaciones que han sido afectadas o dañadas por la tecnología.
  • Aprender cómo vivir con la tecnología de un modo saludable.

¿Conclusión?

Para dejar a un lado la obesidad informativa hay que hacer un buen uso del mundo digital. Para ello, es importante desintoxicarnos de éste valorando cuánto dependemos de él y aplicando estrategias que nos permitan hacer un uso asertivo según el momento de la vida en el que nos encontremos y nuestras características personales.

El problema no radica en la cantidad de información que llega sino en cómo la asumimos. Por ello, debemos identificar qué es lo que necesitamos y cómo hacer que nos llegue de la mejor manera, por ejemplo, a través de filtros.

Es esencial que seamos muy conscientes de nuestros hábitos en relación al mundo digital y de cómo influyen estos en nuestra salud mental, emocional, física y social.

Fuentes:

  • La Mente es Maravillosa
  • Medical News Today

Tags:internet
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