Muelas del juicio, vesícula, apéndice ¿es cierto que no sirven para nada?

Fecha de Publicación: 07 Febrero 2022
Tiempo de Lectura: 2 Min.

Has escuchado decir que las amígdalas, las muelas del juicio y la vesícula, entre otros ¿no sirven de nada en nuestro organismo, ya que por algo se sacan o extirpan? La verdad es que muchos han estado convencidos de que es así, pero estudios han demostrado lo contario ¿De qué se trata? Te lo contamos aquí:

Toda esta creencia comenzó cuando Charles Darwin describió los ‘rudimentos’  (el origen del hombre) como unos “órganos por completo inútiles que a menudo desaparecen por falta de uso”, entre ellos menciona al apéndice. Un órgano, considerado como “sobrante” que debido a la evolución del ser humano, perdió su función, la cual le daba sentido de como albergar bacterias que, además de ser inútil, su inflamación ponía en riesgo la vida de las persona.

Una investigación publicada por el Journal of Theoretical Biology en el 2007, le entregó la importancia nuevamente al apéndice, ya que al parecer, si una infección arranca con toda la microbiota, las bacterias se dirigen al intestino a llenar de microorganismos beneficiosos.

Según Rocío Anula, médico del Hospital Clínico de San Carlos de Madrid, no existe problema alguno en extirpar al apéndice si aparecen síntomas de la enfermedad. Pero si el diagnóstico es dudoso, antes se optaba por la cirugía y hoy se prefiere dar antibióticos y observar la evolución.

¿Qué pasa en el caso de las amígdalas y muelas del juicio? ¿Para qué sirven?

En el caso de las amígdalas, en la década de los 70’, se extendió la práctica de extirpar las amígdalas ante cualquier síntoma, aun cuando no estuviera relacionado con una infección en la garganta.

Se creía que, además de no servir para nada, podían potenciar ciertas patologías. Hoy se sabe que este tejido linfático es una primera defensa que, ante todo en la infancia, activa la respuesta inmune.

Y un reciente estudio con más de un millón de niños reveló que quitar las amígdalas triplica el riesgo de asma, bronquitis y neumonía. Eso sí, en caso de infecciones severas repetidas, se tienen que  eliminar.

Las muelas del juicio, generalmente son problemáticas. A partir de eso, la práctica de extraer los terceros molares se ha convertido habitual en muchas consultas odontológicas.

La opinión médica está dividida, frente a muchos ortodoncistas que optan por su extracción, las directrices europeas del Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia Clínica señalan que solo deben extraerse cuando suponen un problema, pero no cuando el objetivo únicamente es la prevención.

Vello púbico

La evolución del hombre, hizo que se eliminara casi todo el vello corporal, pero sólo lo mantuvo en el pubis para protegerse de heridas e infecciones.

Sin embargo, la moda de la depilación púbica ha provocado un aumento de las enfermedades de transmisión sexual entre los jóvenes, sobre todo los condilomas genitales causados por el VPH (Virus del Papiloma), según la Asociación Dermatóloga de España.

Por un lado, se debe a los contagios piel con piel,  por otro las heridas de la rasuración facilitan que los patógenos penetren e infecten de herpes, impétigos o sífilis.

¿Qué pasa con la vesícula?

Sí, todos sabemos que se puede vivir sin vesícula. La función de este órgano es la de almacenar bilis, un líquido necesario para descomponer las grasas que ingerimos. Ante distintos trastornos como cálculos, pólipos, pancreatitis o colecistitis, es frecuente que se decida su extirpación.

A partir de ese momento será el colédoco, un conducto que va del hígado al intestino, el encargado de realizar sus funciones. Y, según aseguran los expertos, su extirpación no limita la calidad de vida, sino al contrario, la mejora.

Fuentes:

  • ABC España

Tags:enfermedades
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