¿Está relacionado el estrés con la disfunción eréctil?

Fecha de Publicación: 25 Enero 2022
Tiempo de Lectura: 3 Min.

Disfunción eréctil

En muchos casos la disfunción eréctil tiene que ver con el estrés o la ansiedad. Es imposible dejar de lado el tema psicológico y la confianza que sentimos de nosotros mismos para experimentar un bienestar en nuestras relaciones sexuales. Las preocupaciones, el trabajo, el estado anímico, los problemas cotidianos y familiares son en gran parte los culpables de la disfunción eréctil ¿Qué se puede hacer? ¿Las mujeres también lo sufren? ¿Existe un tratamiento? Te lo contamos en la nota:

No se puede dejar de lado que los problemas psicológicos afectan directamente en la sexualidad de la pareja. Un aspecto preponderante y que muchas veces, no lo tomamos en cuenta.

Parte importante de esto, tiene que ver con la autoestima y la confianza, que se agrava aún más cuando le agregamos un factor extra, como es el estrés.

Lo más aconsejable en estos casos es solicitar ayuda a un especialista. Pero también, es recomendable reconocer el problema y tratar de comprender qué puede estar ocurriendo.

¿Cómo afecta el estrés en la sexualidad del hombre?

Estudios realizados en la Universidad de Atenas, han revelado que el estrés es, sin lugar dudas, una de las causas principales de la disfunción eréctil.

Los trastornos de estrés como de ansiedad son solo el síntoma de algún problema subyacente. El estrés aparece cuando determinadas situaciones nos desbordan y no tenemos suficientes herramientas psicológicas para afrontarlo.

El desempleo, los problemas laborales, familiares e incluso las crisis personales son desencadenantes.

Disfunción eréctil: no es una enfermedad

Según la investigación de la Universidad de Kansas, es necesario entender que la disfunción eréctil no es una enfermedad, sino un síntoma de algún problema que se esconde detrás.

Factores como la diabetes, la hipertensión o los problemas cardiovasculares pueden alterar los vasos y nervios responsables de la erección. Por tanto, la disfunción eréctil, entendida como la imposibilidad a la hora de lograr o mantener una erección, puede deberse a causas vasculares, hormonales, neurológicas y hasta farmacológicas.

En referencia a los factores psicológicos, el estrés reduce de manera drástica los niveles de andrógenos. Esto produce inapetencia, baja concentración, erecciones más débiles y, con ello, relaciones sexuales poco satisfactorias.

También es importante destacar el factor hormonal, ya que el aumento del cortisol y la prolactina disminuye la testosterona. Con ello, se eleva la adrenalina y se contraen arterias, incluidas las del pene. Es decir, los vasos de las fibras musculares reducen su diámetro.

¿Qué pasa con la eyaculación precoz?

La eyaculación precoz es la incapacidad de controlar el reflejo eyaculatorio bajo un nivel de excitación sexual. Este es, sin duda, un problema que sufre una parte de los hombres en algún momento puntual de sus vidas. El problema aparece cuando se vuelve una constante en la relación de pareja.

Es importante tener en cuenta que el estrés suele estar detrás de esta realidad. No obstante, lo complicado es que, cuando se experimenta más de una vez, aparecen las ideas de anticipación al fracaso. Es decir, en el momento en que se inicia la relación sexual el hombre ya teme que pueda suceder de nuevo.

¿Y qué pasa con la mujer? ¿También puede afectarle?

Tenemos claro que el estrés y la disfunción eréctil están relacionados. Ahora bien, ¿cómo afectan los trastornos de ansiedad y estrés a las mujeres? ¿También ellas experimentan algún tipo de problema o disfunción? La respuesta es . El estrés diario y, en concreto, la depresión, traen consigo una menor respuesta sexual.

El aumento de cortisol como consecuencia de los estados estresantes produce múltiples cambios, tanto físicos como psicológicos. La libido se reduce, bajan los niveles de excitación, hay menor lubricación y se hace más complicado llegar al orgasmo.

¿Qué hacer para que el estrés no afecte la vida sexual de pareja?

  • Es importante no automedicarse. La principal estrategia es hablar con el médico y descartar enfermedades y problemas orgánicos.
  • Una vez se descartan estos aspectos, es momento de gestionar el estrés. Para ello, es esencial detectar y clarificar los detonantes que nos causan dicho estado.
  • El apoyo de la pareja es indispensable en estas situaciones.
  • Debemos trabajar aspectos como las ideas irracionales y negativas para alimentar poco a poco un enfoque más racional y positivo.
  • Mejorar hábitos y rutinas. Introducir algún cambio, como ir al gimnasio o hacer algún tipo de deporte es muy recomendable.
  • Introducir en nuestro día a día técnicas de relajación y respiración profunda.
  • Experimentar juegos eróticos en la relación para disfrutar de otros estímulos.

Lo más importante de todo esto es poder afrontar el tema con la pareja. El apoyo es fundamental para poder sobrellevar el problema y afrontarlo. Juntos se pueden identificar los factores que gatillan la disfunción. Así como también, la dedicación, perseverancia y trabajo mutuo para encontrar la o las soluciones.

Fuente:

  • Mejor con Salud
  • Clínica Mayo

Tags:Hombrepareja
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