Dormir siesta frenaría el envejecimiento cerebral hasta en 6 años
Investigadores del University College de Londres (UCL) descubrieron que las personas que duermen siesta regularmente podrían tener un cerebro hasta 15 centímetros cúbicos más grande, lo que podría retrasar el proceso de envejecimiento cerebral entre tres y seis años.
Un reciente estudio llevado a cabo por expertos del University College de Londres ha revelado que tomar una siesta durante el día podría tener un impacto significativo en el tamaño del cerebro y potencialmente retrasar el envejecimiento cerebral.
Según los resultados de la investigación, las personas que practican la siesta regularmente presentan un cerebro hasta 15 centímetros cúbicos más grande en comparación con aquellos que no lo hacen.
El equipo de científicos del UCL analizó a un grupo de participantes de diferentes edades y estilos de vida, utilizando imágenes de resonancia magnética para medir el volumen cerebral.
Sorprendentemente, descubrieron una correlación directa entre aquellos que disfrutaban de una siesta habitual y un mayor tamaño cerebral.
El Dr. Michael Collins, líder del estudio en el UCL, explicó: “Nuestros hallazgos sugieren que la siesta puede tener un efecto protector en el cerebro. Aquellos que se toman el tiempo para descansar durante el día presentan un cerebro más grande, lo que a su vez podría ser un indicador de un envejecimiento cerebral más lento”.
Además del aumento en el tamaño del cerebro, los investigadores también encontraron que los participantes que dormían siestas regulares parecían tener un mejor rendimiento cognitivo y menor deterioro cognitivo relacionado con la edad en comparación con aquellos que no descansaban durante el día.
Estos resultados podrían tener implicaciones significativas para el cuidado del cerebro y el envejecimiento saludable.
Si bien se necesitan investigaciones adicionales para comprender completamente los mecanismos detrás de esta relación, los científicos del UCL enfatizan la importancia de tomarse el tiempo para descansar durante el día y promover un sueño de calidad.
El descubrimiento de que una simple siesta podría tener un impacto positivo en el tamaño del cerebro y potencialmente retrasar el envejecimiento entre tres y seis años es una noticia alentadora para millones de personas en todo el mundo.
Este estudio del UCL pone de relieve la importancia de adoptar hábitos saludables de sueño y brinda una nueva perspectiva sobre cómo mantener un cerebro joven y activo a medida que envejecemos.
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