Onfalitis: la infección del cordón umbilical en el recién nacido
¿A tu hijo se le infectó el cordón umbilical? En Estusalud te contamos que se denomina onfalitis, característico por el enrojecimiento, edema y secreción maloliente. ¿Cómo se cura y qué tan normal es? Aquí te contamos más:
Estás feliz. A tu guagua se le cayó el cordón y le toca su primer baño. Le sacas fotografías para inmortalizar ese gran momento, pero ¡ups! Su ombligo no se ve bien. Tampoco la piel que lo rodea. Ring ring… ¡Es la hora de llamar al pediatra!
Confirmado, es onfalitis, una infección en la zona del ombligo que, de no tratarse, puede conllevar a una situación potencialmente grave.
Cordón umbilical
Durante el parto conociste ese cordón umbilical que te mantuvo unida a tu hijo o hija por meses. Es aquí -en la vida extrauterina– donde se realiza una ligadura, quedando un muñón que va sufriendo un proceso de momificación. Es decir, se deshidrata y se cae entre el quinto y 15° día de vida.
Con este proceso queda expuesta una herida granulosa, cubierta por piel y peritoneo que, finalmente, se transforma en una cicatriz en el fondo de ese nuevo ombligo.
Es así como, durante los primeros días de vida del recién nacido, los padres deben limpiar y secar el cordón umbilical con mucho cuidado, siguiendo siempre las recomendaciones de la matrona que por lo general incluye:
- Mojar el cordón umbilical con alcohol puro al 70%, no con agua.
- Levantar el cordón y limpiar la zona que lo rodea.
- Dejar el cordón siempre fuera del pañal.
Aparición de la onfalitis
Por lo general, aparece entre el tercer y cuarto día de vida del recién nacido. Es más frecuente cuando el parto es prolongado o se ha tenido fuera de un ámbito hospitalario, sin asistencia sanitaria.
El bajo peso, alteraciones en la inmunidad, la rotura prematura de las membranas u otros casos pueden ser factores de riesgo. Sin embargo, la limpieza y el cuidado siempre van a ser clave.
Síntomas de la onfalitis
Por lo general, los padres o cuidadores se dan cuenta cuando:
- El ombligo se ve enrojecido.
- Sale un líquido sanguinolento o amarillento.
- Esta secreción es maloliente.
- La piel de alrededor del ombligo está enrojecida y más dura que el resto.
Si bien, la mayoría de las veces se trata de una infección leve, es importante consultar con el pediatra o neonatólogo, quien guiará de la mejor manera a los padres.
Sumado a ello, es fundamental que se asista al control diada, antes de los 10 días de vida, así como al control de salud infantil que se hace al cumplir un mes.
Tratamiento
En los casos más leves, sólo se deben extremar las medidas de limpieza y desinfección del ombligo, al que también se puede indicar una pomada antibiótica.
En aquellos casos que se acompañen de fiebre, irritación o decaimiento del recién nacido, puede que requiera de una hospitalización y tratamiento antibiótico a la vena y una correcta hidratación.