Uso de metformina para la diabetes tipo 2
La metformina es el medicamento más recetado para el tratamiento de la diabetes tipo 2 o la resistencia a la insulina. ¿Cuál es su función y qué efectos adversos tiene? Lee más a continuación:
La metformina se recomienda, junto con cambios en la alimentación y ejercicio físico, para el tratamiento de pacientes con diabetes tipo 2 u otras condiciones en las que se ha alterado el nivel de azúcar o insulina en la sangre.
La pastilla de metformina se encuentra disponible como medicamento genérico y de marca y, para su administración, se requiere un diagnóstico e indicación médica, pues cada paciente tendrá un tratamiento individual de acuerdo a su condición y tolerancia al medicamento.
Condiciones de uso de metformina
La metformina disminuye los niveles de glucosa (azúcar) en la sangre. ¿Cómo?
- Reduce la cantidad de glucosa liberada por el hígado. Es decir, entra menos glucosa (azúcar) al torrente sanguíneo.
- Aumenta la capacidad de los músculos de usar glucosa para obtener energía. Conforme se usa más glucosa, sale más glucosa del torrente sanguíneo.
- La metformina es un medicamento que, por sí mismo, no representa riesgo de hipoglucemia (niveles bajos y anormales de glucosa en la sangre que, usualmente, se miden como menor a 70 mg/dl). Sin embargo, combinado con ejercicio vigoroso, poco alimento, puede que la glucosa baje demasiado, por lo que es bueno estar observándolo hasta que entiendas cómo reacciona tu cuerpo.
¿La metformina tiene efectos adversos?
Sí, como todos los medicamentos, la metformina también puede causar efectos no deseados, especialmente en los primeros días de tratamiento. Entre ellos, los pacientes han indicado la presencia de:
- Náuseas o vómitos.
- Dolor abdominal e hinchazón.
- Diarrea.
- Otros han notado la presencia de un sabor metálico.
Por lo general, para disminuir las molestias gastrointestinales, los médicos indican iniciar el uso con una dosis más baja, hasta llegar a la deseada. Además, en ocasiones lo acompañan con otro medicamento que recubra el estómago.
Entre otros efectos, está el estreñimiento o indigestión, mareos, dolor de cabeza, flatulencia, aumento o pérdida del apetito y sensación de plenitud en el estómago.
¿Qué más debería conocer sobre la metformina?
- Cambio de hábitos: Es importante que el uso de metformina vaya acompañado por un cambio en los hábitos alimenticios, así como el ejercicio recurrente de al menos 3 veces por semana. ¡La pastilla no es mágica, también pon de tu parte!
- Seguimiento: Por otro lado, el médico podrá indicar el seguimiento de tus niveles de azúcar mediante un medidor o glucómetro de venta libre en las farmacias. Aquí, se recomienda anotar los índices para que puedas mostrarlo en la próxima consulta con el diabetólogo.
- Seguir las indicaciones del diabetólogo: Respeta siempre las indicaciones de tu médico tratante y, si te sientes mal, recurre nuevamente a él, especialmente si los efectos no deseados se mantienen o empeoran.
- Sólo para diabetes tipo 2: Este medicamento sólo está indicado para pacientes con diabetes tipo 2 y no con diabetes tipo 1. Para guardarlo, se recomienda hacerlo en su envase original, cerrado herméticamente y fuera del alcance de los niños y de la exposición a calor o humedad (como el baño, por ejemplo).
- Cirugías o exámenes: Ojo si tienes una cirugía o un examen con contraste, ya que el fármaco se debe suspender temporalmente.
- La metformina no va a curar tu diabetes: La diabetes es una enfermedad crónica. Sin embargo, este medicamento te ayudará a controlar los niveles de glucosa en la sangre y reducirá las probabilidades de que la diabetes cause otros problemas de salud.
Y si me baja el azúcar, ¿qué síntomas podría tener?
Como mencionamos, la metformina no causa hipoglucemia. Sin embargo, si te saltas comidas o haces demasiado ejercicio, puede bajar la glucosa en la sangre. Si eso te pasa, sentirás:
- Latidos acelerados o irregulares.
- Temblores.
- Palidez.
- Sudor.
- Fatiga o sensación de desvanecimiento.
- Hambre.
- Irritabilidad.
- Hormigueo o entumecimiento de los labios, lenguas o mejillas.
Si esto te pasa, debes ingerir alimentos o bebidas azucaradas con el fin de nivelar los índices de azúcar en la sangre. Así, te recuperarás y te sentirás mejor nuevamente. En cambio, si no lo haces, la hipoglucemia puede empeorar los síntomas e incluir:
- Desorientación o comportamiento anormal como ser incapaz de completar tareas o hablar bien.
- Alteraciones visuales como visión borrosa.
- E, incluso, puede llegar a la pérdida del conocimiento.
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