Relajantes musculares: ¿Cuáles son los más usados?

Fecha de Publicación: 27 Enero 2022
Tiempo de Lectura: 3 Min.

Si te duele el cuello, sientes tu espalda ‘anudada’ o te afectan ciertos dolores musculares, lo más probable es que hayas ingerido en algún momento relajantes musculares. Medicamentos que se usan para tratar los espasmos y espasticidad, es decir aquellos músculos que se encuentran tensos y rígidos ¿Qué son? ¿Cómo se usan? ¿Cuáles son los riesgos? Te lo explicamos aquí:

Existen dos tipos de relajantes musculares. Unos que se usan para los espasmos o calambres (carisoprodol, clorzoxazona, ciclobenzaprina) y otros que tratan la espasticidad (baclofeno, dantroleno y diazepam).

Estos son fármacos de uso delicado, ya que requieren de receta médica. Algunos de ellos pueden interactuar con otras sustancias, así como producir efectos secundarios.

¿Qué son los relajantes musculares y para qué se usan?

Son medicamentos que se usan en el tratamiento de ciertos problemas musculares, específicamente  para los espasmos y la espasticidad.

Los espasmos o más conocidos como calambres, son contracciones súbitas e involuntarias de uno o varios músculos. Las cuales pueden ser causadas por la tensión acumulada y presentarse con dolor.

La espasticidad tiene que ver cuando el músculo se siente rígido, haciendo difícil flexionar una articulación. Ésta es causada por lesiones en los nervios involucrados en el movimiento. Puede ser un síntoma de algunas afecciones, como la esclerosis múltiple y la parálisis cerebral.

Los relajantes musculares pueden ayudar a calmar o disminuir el dolor y las molestias relacionadas con los espasmos y la espasticidad, incluso en cuadros clínicos como el síndrome del intestino irritable. Pero ojo, no atacan la causa de fondo.

Es importante indicar que estos medicamentos no deben intercambiarse, es decir, no se pueden administrar unos en lugar de otros. Por tanto, los antiespásticos no deberían usarse para los espasmos, aunque algunos antiespasmódicos (como la tizanidina), también se recomiendan en la espasticidad.

Relajantes musculares antiespasmódicos de uso común

Los antiespasmódicos actúan sobre el sistema nervioso, produciendo un efecto sedativo, ya que bloquean o inhiben las señales de dolor. Se aconseja no emplearlos por más de 2 a 3 semanas.

Por otra parte, hasta ahora no han demostrado ser más eficaces que los antiinflamatorios no esteroideos o el acetaminofeno, pero sí tienen más efectos secundarios que estos. Entre los más conocidos están:

  • Carisoprodol: Es recomendado para alteraciones músculo esqueléticas que provocan dolor, causadas por torceduras o esguinces u otras lesiones. También se le puede encontrar combinado con aspirina o con aspirina y codeína.
  • Clorzoxazona: También se usa para aliviar el dolor y las contracciones debidas a desgarros musculares o esguinces. En tratamiento, se suele usar conjuntamente con aspirinas o analgésicos como paracetamol.
  • Metaxalón o metaxalona: Este relajante muscular es efectivo, pero relativamente potente, por lo que se debe consumir con moderación.
  • Metocarbamol: Se considera poco efectivo para el dolor lumbar, así como en los casos de artritis reumatoide y problemas musculares de la parálisis cerebral.
  • Orfenadrina: Tiene un efecto anticolinérgico, por ende, se recomienda para el dolor y para ayudar con el control motor en personas con párkinson.
  • Tizanidina: Es un relajante muscular agonista de los receptores alfa-2 de la médula espinal. Es de funcionamiento central y hace que la acción del cerebro y del sistema nervioso sean más lentas.
  • Ciclobenzaprina: Es útil para el dolor, pero no para la espasticidad o la rigidez.

Relajantes musculares antiespásticos de uso común

El otro grupo de los relajantes musculares está constituido por los antiespásticos y son:

  • Baclofeno: Se usa para la espasticidad en la esclerosis múltiple. Se supone que actúa bloqueando las señales nerviosas que envía la columna y que desencadenan los espasmos.
  • Dantroleno: También se receta en la esclerosis múltiple, así como para los espasmos musculares causados por accidentes cerebrovasculares, lesiones en la columna y parálisis cerebral. A diferencia del anterior, actúa en el músculo esquelético.
  • Diazepam: Es un medicamento del grupo de las benzodiacepinas. Es usado en la depresión y la ansiedad, y también es un relajante muscular que ayuda a aliviar los espasmos.
  • Benzodiacepinas: Pueden ayudar a relajar los músculos, debido a sus efectos sedantes. Entre estas se tienen al clonazepam y al alprazolam.
  • Gabapentina: Es un anticonvulsivo. También ayuda a aliviar la espasticidad muscular, aunque no se ha comprendido del todo su funcionamiento.

Los relajantes musculares interactúan con el alcohol y con otros medicamentos. Por lo tanto, debe evitarse su uso concomitantemente con analgésicos opioides, psicotrópicos y depresores del sistema nervioso central.

Debido a que son de uso delicado, siempre se debe consultar con el especialista. Los relajantes musculares pueden producir diversos efectos secundarios, dentro de los más comunes, están:

  • Somnolencia y fatiga.
  • Mareo o pérdida del equilibrio.
  • Dolores de cabeza.
  • Agitación nerviosa.
  • Dificultad para concentrarse o recordar cosas.

Debe evitarse el tratamiento por un tiempo prolongado con los relajantes musculares, ya que algunos pueden crear dependencia, así como síndrome de abstinencia.


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