¿Por qué los medicamentos tienen mal sabor?
A diferencia de los medicamentos para niños, los remedios para adultos siempre tienen mal sabor. ¿Cuál es la razón? En Estusalud te explicamos más:
No tienen porqué ser ricos, finalmente, los medicamentos son para ayudarnos con el dolor o malestar de determinada enfermedad. Sin embargo, si los de niños tienen sabor a fruta ¿por qué los de adulto no pueden ser parecidos? La principal causa está en su origen.
En la mayoría de casos, el principio activo del fármaco proviene de compuestos vegetales y lo que se adquiere para realizar el medicamento es un compuesto que las plantas tienen como defensa para evitar ser comida por herbívoros. De ahí que tenga un sabor desagradable al paladar.
Otra razón que añaden los expertos es que algunos de ellos afectan a la producción de saliva y eso hace que nos deje la boca pastosa, empeorando la sensación de mal sabor. A este efecto se le llama “Xerostomia” y es propio del ibuprofeno, la codeína y la mayoría de los analgésicos, ansiolíticos y antistamínicos que conocemos.
Por esta razón, algunos medicamentos tienen un recubrimiento que se deshace una vez llegado al estómago, lo que permite eliminar esta sensación desagradable.
Otras razones
- Propiedades químicas: Los compuestos químicos utilizados en los medicamentos a menudo tienen características gustativas inherentes que pueden ser amargas, ácidas o tener otros sabores desagradables.
- Estabilidad del medicamento: La estabilidad química del medicamento es esencial para garantizar su eficacia y seguridad. A veces, los ingredientes necesarios para estabilizar un medicamento pueden contribuir a su sabor desagradable.
- Enmascaramiento del sabor: En algunos casos, los fabricantes de medicamentos intentan enmascarar el sabor desagradable mediante la adición de sabores y edulcorantes. Sin embargo, esto no siempre es posible o práctico debido a consideraciones de estabilidad o interacciones con otros ingredientes.
- Dificultad para formular: Algunos medicamentos, especialmente aquellos con ingredientes activos específicos, pueden ser difíciles de formular de manera que sean estables y tengan un buen sabor al mismo tiempo.
- Revestimientos y formulaciones especiales: Algunos medicamentos vienen en formulaciones específicas, como tabletas masticables o tabletas recubiertas para facilitar la ingestión. Estos recubrimientos pueden afectar el sabor del medicamento.
- Falta de prioridad en el sabor: En algunos casos, el sabor del medicamento puede no ser una prioridad para los fabricantes, ya que la eficacia y la seguridad son consideraciones más importantes.
Entonces, si el sabor no es importante, lo esencial es tener un vaso de agua lleno y beberlo junto al medicamento. Con esto, no sólo estarás digiriendo bien el remedio, sino que también estarás aportando a la meta de los 2 litros de agua al día.
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