¿Es bueno tomar vitaminas?

Fecha de Publicación: 24 Agosto 2021
Tiempo de Lectura: 3 Min.

¿Cuántas veces hemos ido a la farmacia para comprar suplementos vitamínicos porque nos sentimos cansados y faltos de energía o memoria? Bueno, parecieran ser inofensivas, pero ¿sabías que no está recomendado para todos? Revisa más a continuación:

Para afrontar mejor un invierno, o simplemente para tener mayor energía, muchas personas optan por tomar los suplementos vitamínicos que vieron en televisión, o los que les recomendó una amiga. Pero ¿son beneficiosos para todos o, incluso, es recomendable tomarlos todos los días?

Bueno, te contamos que las vitaminas son compuestos biológicos de variada estructura química que están presentes en los alimentos frescos y naturales. Por eso, si nuestra alimentación es sana y equilibrada, las necesidades vitamínicas estarán cubiertas y no necesitaremos recurrir a los suplementos.

Sin embargo, existen períodos en que estos suplementos vitamínicos sí están indicados, ¡pero sólo para los que tienen un déficit de ellos!

Tipos de vitaminas

  • Vitamina A: ayuda con el fortalecimiento del sistema inmune, así con la salud visual, visión nocturna y formación del epitelio.
  • Vitamina B: ayuda con el buen funcionamiento del sistema nervioso central.
  • Vitamina C: aporta con el fortalecimiento del sistema inmune, ayuda con la cicatrización y tiene una acción antiinfecciosa.
  • Vitamina D: mejora la formación de tejidos óseos, fijación del calcio en los huesos y combate el raquitismo.
  • Vitamina E: actúa como antioxidante y ayuda en la función reproductora.
  • Vitamina K: indispensable para la coagulación de la sangre.

Y si no tomo vitaminas, ¿de dónde las obtengo?

La obtención de vitaminas es, por lo general, a través de la comida equilibrada. Por ejemplo, los alimentos más ricos en vitaminas son:

  • Vitamina A zanahorias, brócoli, papas, mantequilla, colifror, espinaca, zapallo, huevo, algunos quesos, melón y leche.
  • Vitamina B: levadura, carne, pescados, pollo, cereales, semillas de girasol, arroz integral, centeno, espárragos, coliflor, papas, naranjas, huevos, plátanos, yogurt, tomates, paltas, nueves, legumbres, nueces.
  • Vitamina C: frutas cítricas, pimientos rojos y verdes, kiwi, frutillas, brócoli, tomates.
  • Vitamina D, se encuentra en algunas comidas como los pescados, pero mayoritariamente al exponerse a la luz solar.
  • Vitamina E: kiwi, almendras, palta, huevos, leche, nueves, verduras de hoja verde o aceites vegetales sin cocer.

 La importancia de consultar con un médico

Si bien, las vitaminas son de venta libre, es importante consultar con un médico antes de administrarlas, tanto a adultos como niños. Esto, porque existen algunos suplementos liposolubles que no pueden ser eliminadas por nuestro organismo, por lo que su consumo no sólo será innecesario, sino que también puede llegar a ser tóxico y perjudicial para la salud.

Por eso, cuando advertimos un déficit de vitaminas, es mejor consultar con un médico para que, junto a la evaluación, indique distintos exámenes que permitan llegar a un diagnóstico. Sin embargo, también puede haber señales físicas como:

  • Fragilidad de las uñas.
  • Caída del pelo.
  • Sangrado de las encías o llagas en la boca.
  • Sequedad de la piel.
  • Cicatrización lenta.
  • Sarpullido escamoso y rojo en la cara.
  • Sensación de hormigueo, picazón o adormecimiento en las extremidades.
  • Dificultad de visión nocturna.

Cabe mencionar que este déficit es difícil de detectar, por lo que algunas señales se dan cuando la escasez es severa.

¿Y qué podría desencadenar esta falta de vitaminas?

Hay distintos factores, pero principalmente es a causa de períodos de estrés mantenidos, sobrecarga de trabajo, dietas extremas, enfermedades crónicas, abuso de sustancias o exceso de tabaco y alcohol.

Por otro lado, los embarazos o un crecimiento acelerado en la infancia o la adolescencia también podrían provocar un déficit de vitaminas, por eso siempre es necesario consultar con un especialista.

Riesgos de los suplementos vitamínicos

La cantidad de dosis y el tiempo que se tomen las vitaminas deben ser indicadas por un especialista pues, dosis excesivas, pueden ser perjudiciales para la salud, generar trastornos o alterar el funcionamiento de distintos órganos.

Por ejemplo, altas dosis de las vitaminas podrían ocasionar los siguientes problemas:

  • Vitamina A: Puede desencadenar cefaleas, dolor articular, descamación de la piel, aumento en el tamaño de algunos órganos como bazo y riñones.
  • Vitamina B: Puede causar arritmias cardíacas, insuficiencia renal o convulsiones.
  • Vitamina C: El exceso puede provocar molestias gastrointestinales, diarrea o cálculos renales.
  • Vitamina D: El abuso del consumo de vitamina D podría provocar insuficiencia renal, nerviosismo, falta de apetito.
  • Vitamina E: Es la menos grave, pero se han observado casos de fatiga, dermatitis, acné o dilatación de los vasos sanguíneos.

Por eso, ¡siempre habla con tu médico y pregunta por el tiempo y la dosificación!

Fuentes:

  • Clínica Mayo
  • Bayer
  • Revista Nutrición y Salud

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