Cuidado con el consumo de los diuréticos
“Me voy a tomar un diurético para deshincharme y eliminar todo el líquido en retención”. Muchas veces hemos escuchado esta frase, ¡pero ojo!, los diuréticos no son medicamentos inocuos. Si no los tomas como corresponde, tu organismo puede sufrir serias consecuencias ¿Quieres saber por qué? Te lo contamos aquí:
Hay quien erróneamente piensan que los diuréticos no hacen ningún daño para la salud y que se pueden tomar a la ligera, incluso con el único objetivo de “deshinchar” y eliminar todo el líquido en retención y sentirse “más delgada”.
Pero no hay que olvidar que son fármacos y que, hasta cuando los prescribe el médico, por ejemplo para tratar la insuficiencia cardiaca, la hipertensión y la cirrosis, pueden tener efectos secundarios ¿ Cómo cuáles?:
- Riesgo de deshidratación: ¿Sabes cómo funcionan la mayoría de diuréticos que se usan contra la hipertensión? Actúan sobre el riñón, aumentando la producción de orina y la micción por distintos mecanismos.
Al perder agua, se reduce el volumen sanguíneo y, como circula menos líquido por las arterias, la tensión baja.
Si, tomas los diuréticos para adelgazar es un error. Los diuréticos no queman grasa, lo único que hacen es eliminar agua del cuerpo, con el riesgo de deshidratación.
Si necesitas ingerir diuréticos, fíjate en los síntomas de la deshidratación, como:
- Piel y boca seca
- Ojos hundidos
- Orina oscura
- Los diuréticos pueden provocar mareos y vértigo: Estos fármacos, los más potentes pueden causar vértigos. La razón es que algunos de sus principios activos son ototóxicos,lo que significa que pueden tener un efecto nocivo sobre el oído, y eso en algunas personas, provoca pérdida de equilibrio, sobre todo en personas adultas.
La eliminación de vitaminas y minerales por la orina puede llevar a padecer cierta desnutrición (sobre todo cuando se toman sin control médico), y eso también facilita sufrir mareos.
Se ha comprobado que combinar los diuréticos con antiinflamatorios, y en particular con el ácido acetilsalicílico, aumenta el riesgo de sufrir vértigos, porque estos fármacos también son ototóxicos.
- Los diuréticos podrían afectar el corazón: La mayoría de diuréticoshacen que se pierda La carencia de este mineral, provoca debilidad, calambres, dolor muscular y, además puede influir en el latido y facilitar que se produzcan arritmias cardíacas.
Por lo tanto, cuando el especialista, receta este fármaco, el médico controla los niveles de potasio y entrega suplementos si es necesario. Pero tomarlos sin supervisión médica puede llevar a poner al organismo, en este caso al corazón, en una situación grave.
Si, aún así debes ingerirlos se ha visto que las arritmias que se dan por tomar diuréticos son más probables tras practicar ejercicio intenso en lugares donde hace calor, entonces mejor ¡evítalo!.
- Tomar diurético vuelve la piel más sensible: Algunos diuréticos hacen que la piel sea más sensible al sol, lo que favorece quemaduras e irritaciones.
Un estudio reciente de la Sociedad Danesa del Cáncer identificó que algunos de estos fármacos pueden aumentar el riesgo de sufrir cáncer de piel.
Por tanto, si estás tomando diuréticos, lo más importante es que te protejas adecuadamente durante las horas de mayor radiación solar.
- Si tomo diuréticos ¿El riñón está en riesgo?: Determinados diuréticos sirven para tratar alteraciones renales. Pero otros pueden perjudicarlo, ya que un descenso brusco del agua en el organismo obliga a este órgano a trabajar más.
- Aumenta el dolor óseo o articular: Estos fármacos pueden hacer que pierdas calcio por la orina y eso aumenta el riesgo de osteoporosis. También facilitan que el ácido úrico inflame las articulaciones y provoque gota.
Si los tienes que tomar, procura comer alimentos ricos en calcio y vitamina D, y evita las carnes rojas.
- Sentir cansancio: Al tomarlos, la frecuencia de micción aumenta mucho. Y por la orina eliminas vitaminas y minerales, lo que a veces provoca una reducción de energía.
Además, al perder potasio es fácil sufrir calambres nocturnos. Eso y las ganas de orinar interrumpen el sueño.
Debes tener en cuenta que algunos alimentos o bebidas con acción diurética pueden “sumarse” a los efectos del fármaco, lo que eleva el riesgo de sufrir esos efectos adversos.
Evita todo lo que los potencia
Nunca tomes diuréticos por tu cuenta. Y si el médico te los receta, evita combinarlos con alimentos o bebidas muy diuréticas, como por ejemplo:
- Plantas diuréticas:Cola de caballo, diente de león, té verde, café. Son plantas drenantes de las que no conviene abusar si se están tomando estos fármacos.
Algunos alimentos como los espárragos, el apio, la col, el puerro, la cebolla son muy diuréticos. Los caldos depurativos a base de ellos puede que no te convengan.
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