“Fatiga de Zoom”: las secuelas del teletrabajo

Fecha de Publicación: 05 Octubre 2021
Tiempo de Lectura: 6 Min.

Con el teletrabajo ¿perdiste tus horarios, no descansas entre reuniones y ya no terminas a la hora? Si tu respuesta es sí, entonces no eres el único. Si bien, esta opción nos entregó mucha libertad, también ha provocado efectos negativos alrededor de todo el mundo. Agotamiento, estrés y ansiedad, por mencionar algunos, son los resultados de incansables reuniones virtuales. ¿Te sientes identificado? Entonces te invitamos a leer más:

Producto de la pandemia, el teletrabajo se transformó en el mejor aliado de millones de empresas que pudieron darle continuidad a las labores de los trabajadores de todo el mundo. Más aún, esta modalidad -que muchos rechazaban antes del Covid-19– logró derribar los mitos y, en muchas organizaciones, simplemente llegó para quedarse.

Sin embargo, pese a todos los beneficios que pueda traer consigo, existen otras razones que preocupan a los especialistas. Entre ellas, trabajadores más cansados, atrapados en un lugar para poder permanecer a la vista,caras con las que debes interactuar de cerca, dificultad para captar el lenguaje no verbal o anclarse en la silla hasta que termine la reunión son algunos de los inconvenientes que mencionaron los encuestados del último estudio realizado por expertos del laboratorio de interacción humana de la Universidad de Stanford, Estados Unidos.

Y, a la larga, ¿cuáles podrían ser los síntomas más reconocibles de esta “Fatiga de Zoom”?

  • Dificultad para concentrarse.
  • Agotamiento físico y mental.
  • Ansiedad al entrar a una llamada o durante la misma.
  • Dolor de cabeza.
  • Cansancio ocular.

Creciente nivel de estrés

Pese a que el trabajo presencial puede implicar un mayor estrés -especialmente durante las presentaciones o exposiciones- los investigadores encontraron que, bajo la modalidad de videollamada, los trabajadores se sentían más expuestos.

  1. Ansiedad por espejo:

Entre los ejemplos mencionados, las reuniones por Zoom, Meet, Teams u otro similar, hacen que el usuario esté constantemente viendo su propia ventana de video, lo que puede ocasionar ansiedad por espejo, condición que causa distracciones y que se ha relacionado con timidez, agitación e, incluso, depresión.

Incluso, para ser más evidente, Jeremy Bailenson, autor del estudio, comentó que esta ansiedad por espejo producida por las videollamadas es similar a que un asistente nos siguiera durante ocho horas de jornada laboral cargando un espejo en el que pudiéramos ver nuestra cara, mientras trabajamos.

Por otro lado, las mujeres participantes del estudio revelaron que existe una autoevaluación constante, lo que también puede generar estrés. De hecho, muchas reconocieron que, a ratos, prestaban mayor atención para verse a sí mismas, que a estar pendiente de lo que se exponía.

  1. Esfuerzo de la comunicación

 La investigación también advirtió que existe un gran esfuerzo por comunicar, lo que no pasa cuando estamos en persona o al teléfono. ¿Por qué? Porque suplimos la falta de cercanía física exagerando el lenguaje no verbalcon movimientos claros de cabeza, asentir con insistencia o mirar fijamente a la cámara.

A ello, se suma lo complejo que es interpretar las miradas y señales que dan las otras personas, lo que genera un esfuerzo extra por descifrarlas.

  1. Contacto visual muy intenso

Otra de los puntos mencionados fue la intensidad del contacto visual que causa una videollamada. De hecho, Bailenson compara esta situación con la incomodidad de subirse a un ascensor con extraños, donde la reacción natural es desviar la mirada para minimizar el contacto visual, compensando ese exceso de cercanía. “Sin embargo, en Zoom sucede lo contrario. En una reunión normal uno puede desviar la mirada, pero aquí se está mirando directamente a los ojos, todo el tiempo”, dice.

Además, se agrega a que muchas personas tienen un monitor con más pulgadas, por lo que los rostros de las personas parecen demasiado grandes, lo que genera una falsa sensación de cercanía, intimidando al trabajador.

  1. Reducción de la movilidad

Otra molestia de la que no siempre somos conscientes es que los colaboradores que están mediante teletrabajo, en una videoconferencia, tienen una forma de comunicación más estática. Es decir, no se puede caminar ni salirse del campo de visión de nuestros interlocutores, convirtiéndose en algo menos natural.

Si bien, podemos desplazarnos al contestar una videollamada desde el celular, lo cierto es que muchos encuentros virtuales que se dan en el marco laboral o educativo, requieren de atención máxima, por lo que se hace a través del computador, lo que restringe el movimiento.

Para finalizar, el investigador agrega que todas estas acciones producen una situación intensa, que puede ser positiva o negativa, pero que igualmente genera estrés. “Lo que está sucediendo, en efecto, es que al usar Zoom por muchas horas, tu cuerpo está en un estado hiperactivo por todo ese tiempo, lo que causa esta fatiga”, concluye.

Niños cansados

Las clases en línea han sido el mejor aliado para continuar el año escolar y universitario y, si bien hay muchos colegios y universidades que están volviendo a la normalidad, hay muchos que aún continúan de manera paulatina bajo esta modalidad.

clase online

Por eso, así como en los adultos, la “Fatiga de Zoom” también ha afectado a los más chicos de la casa, provocando los mismos síntomas. Pero ¿cómo podríamos darnos cuenta? Junto a la irritabilidad, cansancio notorio, dolor de cabeza o de ojos, pueden mostrar negación a participar de una sesión, arman una especie de pataleta o simplemente se van a jugar.

Por eso, los especialistas también recomiendan espacios para evitar esta fatiga. Algunos de los más característicos son:

  • Períodos de receso: descansar, jugar, caminar, hacer un par de ejercicios y evitar cualquier pantalla durante este espacio.
  • Espacio adecuado para el aprendizaje: Destinar espacio para el estudio, libre de distractores. Además, preocuparse de que la pantalla esté al nivel de los ojos y que el niño esté sentado en una posición correcta.
  • Agenda de plazos: tener en cuenta los plazos necesarios para cumplir con las responsabilidades escolares, pero que sea flexible a las necesidades de cada niño.

 Medidas para evitar la “Fatiga de Zoom” por Teletrabajo

Según Karem Fonseca, psicóloga organizacional y gerenta de Recursos Humanos de ADP Chile, las videollamadas se han convertido no sólo en una forma útil de trabajo para muchas personas, sino que también pasaron a ser una plataforma segura para la interacción con familiares y amigos.

Por esta razón, si sumas extensas reuniones laborales y, luego, llamas a tu familia, al final del día esta fatiga puede realmente ser notoria.

Pero, ¿qué hacer para disminuir este cansancio? Karem nos entrega algunas alternativas:

  • Levántate como si fueras a la oficina y mantén la misma rutina de antes.
  • Conserva el mismo horario de almuerzo y salida.
  • No estés pendiente 24/7 por el sólo hecho de estar en casa. Debes mantener el mismo horario que tenías cuando estabas en la oficina.
  • Si te sientes cansado o, por ejemplo, estás con dolor de cabeza, saluda en la reunión y luego comenta que desconectarás la cámara, pero seguirás pendiente. Eso te permitirá moverte con mayor soltura. Y si un día no estás de humor para estar con tu cámara encendida, simplemente no la prendas.
  • Si un día tienes muchas reuniones seguidas, al otro intenta que tu agenda sea más holgada. Si no es posible, recuerdas que eres tú quien administra tu calendario. Acepta las reuniones en las que efectivamente es importante tu participación y excúsate de las que no.
  • Bloquea tu agenda con “reuniones contigo mismo” para avanzar en tareas o actividades que requieran de tu atención completa. Es un buen recurso, pero no debes abusar de ello, ya que también debemos dejar espacios libres para que puedan citarnos a reuniones que requieran de nuestra presencia.
  • La mayoría de las plataformas virtuales permiten configurar estados. ¡Úsalos! Si estás concentrado en una actividad, ponte “no molestar” para que tus colegas sepan que en ese momento tus respuestas podrían tener un retraso. En ese mismo orden, respeta también los estados de tus compañeros. El estado “no molestar” también es útil de usar cuando estás en el break para almorzar o para hacer una pausa.
  • Realiza pausas laborales porque estar sentado todo el tiempo es perjudicial para la salud. Ponte de pie, camina, realiza estiramientos, anda por un café. Incluso, puedes poner una alarma para ir por una colación y, al mismo tiempo, moverte y estirarte.
  • No programes reuniones en horarios de colación, importante para quienes trabajan con personas con países con diferentes zonas horarias y, por ningún motivo, almuerces frente a la pantalla. Toma tu tiempo y siéntate a la mesa para comer. Es importante darte ese espacio para volver renovado.
  • Usa un teclado externo, reduce el tamaño de la ventana de Zoom si tu pantalla es grande, apaga la cámara en ciertas ocasiones e intenta caminar al interior de la casa para que no llegues al extremo de la fatiga, cansancio u odio por el trabajo.
  • ¡Seamos generosos con el resto! Intenta que tus reuniones no duren una hora completa. Deja unos 10 minutos entre ellas para poder desconectar un encuentro de otro, ir por un vaso de agua, café, descansar o ir al baño. Piensa también, ¿esta reunión puede durar 15 o 30 minutos?
  • Lo otro que nos enseñó este período de home office es que todos estamos conciliando tareas profesionales y personales. Por eso, si estás en una reunión y aparecen tus hijos, mascotas o familiares, no te preocupes ni te pongas nervioso. Esto ya es una normalidad. Si estás con mucho ruido ambiente, también excúsate y pon tu micrófono en silencio. No pasará nada.

trabajar de pie

Para cerrar, la psicóloga organizacional explicó que el objetivo de estos estudios es que las empresas tomen conciencia de estas desigualdades y se puedan abordar en conjunto.

“La pandemia nos puso a prueba y estamos todos aprendiendo de esta modalidad. Por eso, es importante conversar con los colaboradores y, así, mejorar los formatos y las instancias de reunión para que todos nos sintamos más cómodos”.

Por último, cada lunes siéntate en tu computador y pregúntate, ¿este trabajo es realmente para una reunión? Tal vez puedas solucionarlo mediante un correo electrónico o una llamada telefónica. Así, eliminas algunas videoconferencias por Zoom y tienes más tiempo para trabajar. ¡Buena suerte!


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