“Hoy existe una esperanza para el linfedema que ha sido mirada como una especie de secuela esperada del cáncer” 

Fecha de Publicación: 06 Marzo 2023
Tiempo de Lectura: 7 Min.

La mejoría sustancial de la calidad de vida de las personas que padecen linfedema se transforma en una esperanza para un tipo de enfermedad que ha sido “mirada en menos, como si fuera una especie de secuela esperada del cáncer”. Porque queremos visibilizarla, en su día mundial, conversamos con el cirujano plástico y reconstructivo José Ramón Rodríguez, quién además se refirió a la importancia del diagnóstico oportuno y la derivación temprana de pacientes que inician su tratamiento oncológico.  

En conmemoración con el día mundial del linfedema y lipedema -enfermedades poco conocidas por el común de las personas- es que hoy queremos darle un espacio para mencionar que su detección temprana marca la diferencia a la hora del diagnóstico y tratamiento. 

Así lo afirmó el doctor José Ramón Rodríguez, cirujano plástico y reconstructivo de Red Salud UC Christus, quien enfatizó que: “mientras más precoz exista un diagnóstico, mejor es el pronóstico”. Pero ¿cuáles son los tratamientos que actualmente están disponibles y cómo se pueden prevenir? 

Este 6 de marzo se conmemoran ambos días. ¿Cuál es la importancia de darle visibilidad a estas patologías? 

Lo principal es crear conciencia en torno a enfermedades del sistema linfático en general. Y dentro de ellas se incluye también el lipedema, aun cuando es una patología completamente distinta, donde no siempre existe una alteración del sistema linfático. 

Dr. José Ramón Rodríguez

La mayoría de las veces el diagnóstico suele ser tardío y, cuando se produce, existe una conciencia tradicional de que no hay mayor alternativa de tratamiento. 

Entonces, muchas veces ocurre que pasan a ser una especie de “problema” sin posibilidad de solución o mejoría -ya sea parcial o total- por lo que desde el punto de vista tradicional se estima en que “es algo con que los pacientes deben llevar para toda la vida”.

En ese sentido, esta fecha en particular es para reivindicar esa posibilidad de que sí es efectivo.  Mientras más precozexista un diagnósticomejor es el pronóstico

Por otra parte, existen nuevas alternativas de tratamiento, lo cual se transforma en una esperanza para aquellos pacientes que sufren esta enfermedad. 

Ante el desconocimiento y la falta de especialistas ¿qué señales indican que una persona debería consultar? 

El linfedema es la enfermedad que se relaciona con un mejor pronóstico si es que existe un diagnóstico precoz. Es importante distinguir entre lo que corresponde al linfedema primario y secundario

El primario o hereditario es aquel que se relaciona con una alteración del desarrollo del sistema linfático y, usualmente,  se va a manifestar con aumento de volumen de una o más extremidades.

En la mayoría de los casos afecta extremidades inferiores, pero también pueden ser las superiores. Aquí, usualmente habrá un aumento de volumen o hinchazón de la extremidad, sin explicación, por lo que la mayoría de los pacientes son referidos desde distintos especialistas luego de descartar que ese aumento de volumen tenga otro origen (que no sea el sistema linfático).

En paralelo está el linfedema secundario, que en la mayoría de los casos corresponde al tratamiento del cáncer de mama, ginecológico, urológico o de otro tipo, donde fue necesario remover los ganglios linfáticos.

¿El aumento de volumen de una extremidad podría ser tarde? 

La principal señal de alerta es el aumento de volumen de la extremidad. Cuando hay un aumento de manera significativa, ya es tarde. Lo ideal es que existiera un control con imágenes relativamente precoz, luego de haber recibido este tratamiento para el cáncer. Así se pueda detectar la enfermedad en una etapa inicial, sin que realmente exista aumento de la extremidad.

También hay otros signos donde se ve que la enfermedad está avanzada como: 

  • Infección
  • Cambios en la piel
  • Asimetría entre la extremidad de un lado y la contralateral

¿Qué pasa con el lipedema?

En el caso de lipedema, lo más característico es la desproporción entre la configuración del tronco (abdomen y torso) y la distribución de la grasa de la extremidad inferior. 

Lo más notorio es que existe una predisposición a la acumulación de grasa o lipodistrofia en extremidades inferiores, pese a que las pacientes puedan tener un peso corporal dentro del rango normal. Por lo tanto, corresponde a una lipodistrofia que no tiene variaciones con los cambios de peso.

Tratamiento del linfedema por efectos del cáncer

En el linfedema secundario -que se produce por los efectos del tratamiento de un cáncer– existe hoy una forma de efectuar una reducción del riesgo de que ocurra esta patología. 

¿Se puede prevenir?

Según explica el doctor José Ramón Rodríguez, esto consiste en que, al momento de realizar la resección de los ganglios linfáticos, se pueda identificar que existe compromiso de los vasos linfáticos que son los responsables del drenaje de la extremidad donde se hizo la linfadenectomía.

Al minuto de identificar esos vasos, uno puede efectuar una conexión con el sistema venoso, denominado anastomosis linfática venosa en forma “preventiva” con el objetivo de reducir de que ocurra linfedema de la extremidad afectada.

Esto es más evidente en el caso del cáncer de mama porque la linfadenectomía se realiza a nivel de la axila, donde es más factible realizar esta intervención y revisión en conjunto con los cirujanos oncólogos.

Y si ya tengo linfedema ¿qué alternativas existen para tratarla? 

El tratamiento de linfedema sigue teniendo dos grandes pilares: uno lo que conocemos como manejo conservador, dentro del cual se enmarca la terapia descongestiva compleja. Ésta es la combinación de uso:

  • Drenaje linfático manual
  • Sistemas de compresión del tipo manga o medias
  • El ejercicio
  • La mantención de un buen peso
  • Los cuidados de la piel.

Estos cinco elementos configuran lo que nosotros conocemos como: manejo conservador el cual ha sido el tratamiento de referencia de linfedema desde sus inicios.

En forma complementaria, existen dos grupos de procedimientos que podemos hacer con el objetivo de mejorar la respuesta a este tratamiento conservador. En ese sentido, la cirugía es un complemento de lo anterior y que en ningún caso deben ser consideradas como cosas que uno pueda aplicar de manera independiente.

¿Qué hay de la microcirugía o supermicrocirugía?

Justamente lo primero es la microcirugía o supermicrocirugía para el tratamiento de linfedema, la cual contempla el procedimiento que más comúnmente se realiza como es la anastomosis linfática venosa

Aquí se realizan derivaciones desde el sistema linfático hacia el sistema venoso, en distintos sitios de la extremidad afectada. A través de esas conexiones uno logra mejorar el drenaje linfático de la extremidad y que el uso de medias y el drenaje manual sean más efectivo. 

Por lo que, si estamos hablando de una etapa inicial del linfedema, incluso se puede tener un efecto de evitar ocupar las medias o mangas durante el resto de la vida.

En algunos otros pacientes, se utilizan otras alternativas como la transferencias de ganglios linfáticos vascularizados. Esto consiste en transferir ganglios linfáticos desde una zona dadora hacia una zona receptora con el objetivo de mejorar el drenaje linfático de la extremidad.

Por último, hay otro grupo de procedimientos que corresponde a la deposición de grasa, es decir, si bien en un comienzo es una acumulación de líquidos, el linfedema es una enfermedad inflamatoria que a medida que progresa esa acumulación de líquido induce a la transformación de grasa.

Por lo que cuando esto ocurre, tratamos de complementar los procedimientos anteriores con lipoaspiración selectiva de la extremidad, con el objetivo de disminuir el volumen respecto al componente del tejido adiposo.

Equipos multidisciplinarios para el tratamiento del cáncer

La importancia de un trabajo multidisciplinario es fundamental y esto se ve reflejado en varias etapas. Primer lugar, existe la necesidad de crear conciencia en aquellas especialidades que están destinadas a tratar el cáncer, puedan derivar a los pacientes en forma precoz y a la vez informarles de cuál es el riesgo de que exista desarrollo de linfedema, antes de que reciban el tratamiento del cáncer.

Dr. José Ramón Rodríguez

De esta manera, hemos generado talleres previos a la cirugía con el objetivo de poder informar a los pacientes, poder explicarles cuáles son las señales de alerta y también cuáles son las posibilidades de tratamiento si es que esta enfermedad se produce.

También, es necesario un trabajo multidisciplinario para el tratamiento de linfedema. Es fundamental tener un trabajo cohesionado entre las kinesiólogas o fisioterapeutas que, en realidad, son las responsables del tratamiento conservador

De la misma forma con radiólogos y médicos de medicina nuclear que, nos permiten tener un diagnóstico muy acucioso de la anatomía del sistema linfático de cada paciente.

Con respecto a la cirugía plástica, nos hemos enfocado en el tratamiento microquirúrgico de linfedema y en otros procedimientos complementarios como es la lipoaspiración la cual es útil tanto para linfedema y lipedema.

¿Qué alternativas de tratamiento tienen los pacientes con lipedema? 

Los pacientes con lipedema el uso complementario de kinesioterapia en sus distintas variantes como el drenaje linfático manual, muchas veces permiten un alivio sintomático de esta sensación de tensión, dolor o pesadez de las extremidades. 

Y, a la vez, nos permiten un manejo de prehabilitación quirúrgica en aquellos pacientes que serán sometidas a un procedimiento quirúrgico. 

La alternativa de tratamiento que ha demostrado mayor eficacia en pacientes con lipedema es lo que denominamos lipoaspiración selectiva de las extremidades afectadas.

Se realiza una lipoaspiración específica donde existe una lipodistrofia más significativa con el objetivo de lograr una reducción del volumen de la extremidad, pero también, aliviar la sensación de dolor, y otorgar un mejor aspecto en las extremidades afectadas. 

Esto en conjunto se traduce en una mejoría significativa en la calidad de vida y permite a los pacientes reanudar a una mejor capacidad de actividad física en donde existe una limitación importante.

Mencionaste las técnicas microquirúrgicas. ¿En qué consisten? 

Lo que buscan estas técnicas es abordar la enfermedad de linfedema mediante un tratamiento fisiológico, es decir, busca mejorar el drenaje linfático de la extremidad afectada.

Hay dos procedimientos, el primero, el cual se realiza con mayor frecuencia es anastomosis linfático venosas o bypass linfático venoso

Es una cirugía muy poco invasiva y ambulatoria, donde a través de incisiones pequeñas se logra conectar vasos linfáticos con pequeñas venas, para mejorar en forma directa el drenaje de la extremidad, generando una conexión entre el sistema linfático y venoso.

Esta cirugía tiene cuatro propósitos:

  • Lograr mejoría en los síntomas
  • Reducir de volumen de la extremidad
  • Evitar la progresión de la enfermedad
  • Reducir el riesgo de episodios de infección

La segunda cirugía, se realiza en menos frecuencia, es más invasiva y se utiliza en aquellos pacientes en donde la alternativa anterior no tuvo un buen resultado o, bien, los pacientes no son candidatos a la anastomosis linfático venosa.

Esta intervención consiste en transferir ganglios linfáticos desde una zona dadora hacia una zona receptora, llamada transferencia de ganglios linfáticos vascularizados

Como profesional ¿qué sientes al ver un cambio de vida en tus pacientes que, muchas veces, llevaban años sin encontrar una solución? 

Ciertamente es una gran satisfacción en la forma en que ha ido evolucionando tanto el diagnóstico como el tratamiento de linfedema. Y, en paralelo, también lo que ha ocurrido con el lipedema, reconocida como una nueva entidad diagnóstica, lo que ha permitido un enfoque distinto.

Lo que vemos hoy, es una mejoría sustancial de la calidad de vida, lo que se transforma en una esperanza para una enfermedad que ha sido abandonada y mirada en menos como una “especie de secuela esperada del cáncer”.

Dr. José Ramón Rodríguez

Con respecto al lipedema, también existe un cambio sustancial. El futuro es bastante promisorio, aún queda mucho por hacer, faltan avances en conocimiento, en implementación técnica y en poder difundir estas alternativas de tratamiento, no sólo en un par de centros en el país, sino de manera más abierta y disponible para todo tipo de pacientes. 


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