”Dejamos las patologías del trabajador y pasamos a ser un hospital respiratorio”
Con tan sólo 34 años, Gabriela López, médico jefe del Servicio de Urgencia del Hospital del Trabajador, nos cuenta el largo camino que han tenido que recorrer para transformar a la institución en un referente a nivel nacional en el manejo de traumas y tratamiento de quemados. A ello, se suma la atención integral 24/7 para toda la comunidad, especialmente para los trabajadores.
Me contacté con la jefa del Servicio de Urgencia del Hospital del Trabajador y, esta vez, quise conocer un poco más de la ardua labor que tienen todos los especialistas que se desempeñan en el área de salud, específicamente en hospitales. Para eso, quería internarme más in situ o, como dice el dicho, “donde las papas queman”. El área de Urgencia sería un tema perfecto para estos tiempos.
Ella es Gabriela, tiene 34 años y está soltera a medias. Sí, porque entre risas nos manifiesta con una voz dulce y firme a la vez que se está “casando hace 3 años”, pero por la pandemia no ha podido concretarlo.
En el ámbito profesional, hace 6 años que es parte de la Asociación Chilena, donde ha podido desarrollarse y crecer como médico. Hoy, con su cargo de jefatura, nos relata la intensa vida detrás de las urgencias.
“Estamos preparados para recibir cualquier tipo de urgencias”
Hasta hace un tiempo, el hospital estaba enfocado en la atención de pacientes bajo el seguro laboral. Actualmente, tal como nos relata Gabriela, están “abiertos” a la comunidad. “Somos un valor social importante de atender no solamente a los trabajadores, sino también a sus familias y la comunidad”, recalca.
Para esta médico hoy, su lugar de trabajo, es un centro muy distinto desde que ella llegó. Esto por la expertis de los profesionales en el manejo de traumas. Algo bien diferente a los “centros de urgencia por los que he pasado”.
Así, las urgencias más comunes o habituales que reciben en el hospital van desde pacientes críticos por caídas en altura, hasta pacientes graves que requieren reanimación por traumas provocado por accidentes automovilísticos.
“Recibimos un tipo de pacientes bien diferentes a otras urgencias. Por esta razón, nos hemos destacado por el tipo de innovación que ofrecemos; así como también por el tipo de cirugías que no se hacen en otras partes, por ejemplo el primer reimplante de dedo”, nos cuenta López.
En “nuestra urgencia, nos buscan por nuestro trabajo. Recibimos pacientes para reimplante, por accidentes laborales, aquellos que quieren operarse por algo en específico, accidentes en general, esguinces, entre otros”.
Cuentan con un equipo médico de traumatólogos, subespecialistas, cirujanos y urgenciólogos. “Estamos preparados para recibir cualquier tipo de urgencia en el Hospital del Trabajador”, enfatiza la doctora).
Trabajo en equipo
Esta joven profesional lidera un grupo que va de 35 a 40 personas. Dentro de ellos están los médicos especialistas, subespecialistas y un equipo de médicos generales.
La llegada de la pandemia
Por otro lado, el año pasado no fue fácil para nadie producto de la pandemia. Tampoco lo fue para esta jefa de urgencia y su equipo de trabajo. Esto, porque tal como ella relata, debieron transformarse y ponerse al servicio de la comunidad por el Covid-19.
“Nuestra sala de urgencia de traumas y fracturas se convirtió en una sala de urgencia respiratoria. Tuvimos que convertirnos en otro tipo de especialidad, a la que no estábamos acostumbrados, pero lo logramos, con todo tipo de personas”. Esto, porque no sólo recibieron a trabajadores contagiados por Coronavirus, sino que también a sus familias, pacientes por ley de urgencia y personas derivadas debido a la falta de camas que había a nivel país.
¿Cómo viviste la pandemia en el hospital?
¡Uf! A pesar de lo difícil que fue, rescato el trabajo en equipo. Tengo la suerte que en la urgencia trabajamos muy unidos, con un muy buen clima laboral. Eso hace que todo el estrés no se viva tan duro. Creo que lo más importante que tenemos es el trabajo en red, de contar con todos los servicios y entre todos tuvimos que transformar y reacomodar.
¿Cómo hicieron esa transformación?
Multiplicamos las camas y transformamos la urgencia en un área totalmente respiratoria, algo que no teníamos antes. Fue bastante duro pero lo bueno es que nos sentíamos seguros. Tratamos de tener la prevención y cuidado primero que todo.
¿Hubo contagios entre ustedes?
Se enfermaron muy pocos y eso nos hacía trabajar tranquilos. Sabíamos que las medidas estaban funcionando tan bien que uno podía ir a turno y tener esa tranquilidad. Yo creo que esas son las cosas que hacen que la pandemia haya sido diferente. Hemos podido reconvertirnos y de buena manera.
Trabajo liderado por mujeres
Mucho se habla de la discriminación y brecha laboral que aún existe a nivel de hombres y mujeres. En el caso de Gabriela, ha sido todo lo contario. Liderar la urgencia de un centro y ser parte de un gran equipo, la hace feliz. “Siento que causamos un gran impacto en la salud de nuestros pacientes. Sobre todo en temas de rehabilitación. Poder incorporarlo a su trabajo, es súper impactante al verlo y ser parte de esa contribución”, dice.
Además, no sólo López lleva el poder femenino adelante en la institución. Tal como ella nos relata, trabaja en un hospital liderado por dos subdirectoras mujeres. “Pocos centros de salud, están hoy día liderados por mujeres”.
El hospital tiene dentro de su estrategia y foco el tema de “inclusión bien fuerte”, dice Gabriela y, agrega que “poder trabajar bajo ese ‘paraguas’ ha sido desafiante y súper relevante. Lo que ellas han podido cambiar desde que están como jefaturas, ha sido súper positivo”.
Vida personal detrás de las urgencias
Para esta médico general, con magíster en Gestión y Salud, lo más importante en su vida cotidiana es la red de apoyo que tiene. Su familia y su pareja son su apoyo fundamental en su dinámica laboral diaria. El estar 24/7 disponible, con llamados en cualquier día, a cualquier hora no es fácil. Pero cuando el sentido social está presente en la profesión y en el lugar de trabajo, lo cambia todo. Más aún cuando sus cercanos la comprenden y apoyan. “Mi familia y mi pareja son quienes hacen levantarme todos los días”.
Así como para muchos la pandemia no fue fácil por el tema de distanciamiento, para Gabriela tampoco lo fue. Es más, desde hace 3 años que venía planeando su matrimonio, pero todo se atrasó aún más por el COVID-19.
Para esta profesional que llegó desde Antofagasta a cumplir sus sueños, el primer año de pandemia, fue crítico a nivel familiar. Con su abuela de 96 años y su madre con antecedentes de cáncer de colon, la prevención y distanciamiento fue mucho mayor. ¿La solución? “harta videollamadas”, como ella nos manifiesta. Pero si, recalca, que gracias a ese cuidado extremo no tuvieron ningún contagio como familia. Pero de que fue duro, lo fue.
Trabajo versus emociones
Es imposible no impactarse o no sentir nada al ver un paciente crítico. Así lo confirma esta jefa de urgencia, quien nos señala lo motivador que es contar con los recursos y capacidades para ayudar a los pacientes de gravedad. “Tener en tus manos los recursos y hacer lo imposible para que la persona se recupere, es lo más gratificante”.
La pandemia por Covid-19 no fue la excepción en lo que a emociones vividas se refiere. La crisis sanitaria experimentada a nivel mundial, caló hondo tanto al personal de salud como a todas las personas.
Es por eso que para Gabriela, lo más importante es seguir con la vacunación. Para ella, mientras la población se vacune, en conjunto con los refuerzos programados, siguiendo las indicaciones, tendremos las libertades que queremos; visualizando un futuro sin mascarillas.
¿Qué enseñanza nos deja esta pandemia?
El estar preparados, el trabajar con precaución, el cuidarnos y estar unidos.
Urgencias de teletrabajo y scooters
Cuando uno habla de Hospital del Trabajador, de inmediato se viene a la cabeza cuando tenemos una urgencia laboral. Tal como nos contó López, no sólo reciben a pacientes trabajadores, sino también diversas personas que buscan especialidades. Actualmente los tipos de urgencia recibidos son fracturas, contusiones y equinces.
Con la modalidad del teletrabajo, comenzaron a tener otro tipo de urgencias, que tienen relación con el puesto de trabajo de las personas en sus hogares, por ejemplo ingresan por sospecha de enfermedad, por dolor de muñecas, caídas y cortes.
“Las caídas y los cortes con el retorno a los trabajos presenciales son lo más habitual, sobre todo con el uso de los scooters públicos eléctricos, que alcanzan harta velocidad”, dijo López.
¿Y qué nos depara los últimos meses de 2021? Gabriela comenta que en esta temporada de primavera-verano también debemos ser cautos con el sol y las piscinas. ¿Por qué? Porque la mayoría de las urgencias de esta temporada son por quemaduras solares y accidentes en piscinas, así que no olvidemos y sigamos los consejos de una experta, ya que “prevenir, es mejor que curar”.
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