Todo lo que debes saber si tienes una insolación

Fecha de Publicación: 14 Diciembre 2021
Tiempo de Lectura: 4 Min.

¿Quién no se ha quemado y ha tenido insolación? De manera consciente o inconsciente, gran parte de la población ha sufrido alguna quemadura solar a lo largo de su vida. Sin embargo, protegerse del sol es importante. Además, ayuda a prevenir el cáncer de piel, ya que el riesgo de melanoma en la edad adulta se duplica si en la infancia o adolescencia se sufrieron quemaduras. ¿Cómo evitarlas y qué hacer si estás frente a una? Lee los siguientes consejos:

Las quemaduras solares, según los especialistas son una reacción aguda y visible debido a la exposición excesiva de la piel a la radiación ultravioleta, concretamente a los rayos UVB.

“Se produce cuando hemos sobrepasado el tiempo de exposición al sol por el cual la melanina (pigmento natural de la piel) ya no nos puede proteger”, indica Miguel Sánchez Viera, director y dermatólogo del Instituto Dermatológico Integral de España.

La quemadura se produce porque no se utilizó un protector solar o bien porque no se usó de la manera correcta (también es algo que ocurre muy frecuentemente).

También porque se ha estado expuesto al sol más tiempo del que nuestra piel toleraría. El tiempo que tolera el sol cada persona tiene que ver con la genética. Es lo que se llama fototipo solar, que determina el tiempo que cada persona puede estar expuesta al sol sin quemarse.

Intensidad de las quemaduras solares

Los signos de la quemadura pueden variar en función de la gravedad. “La forma más leve de quemadura solar es el eritema solar, es decir cuando nos ponemos rojos y esta rojez dura varias horas después de la exposición al sol.

Si el tiempo de exposición aumenta, esa quemadura se convertirá en una quemadura más grave, con formación de ampollas”, indica el especialista.

Generalmente, la quemadura se inicia tras 4-6 horas de exposición a la luz solar, alcanzando un máximo después de 12-24 horas y comienza a disminuir a partir de las 72 horas.

¿De qué depende la gravedad de las quemaduras?

La intensidad de la quemadura dependerá “del tiempo y horario de exposición, del clima, de la latitud, del espesor de la capa de ozono, del grado pigmentación previa y del tipo piel” aclara el dermatólogo.

En cuanto a los signos, a primera vista “se caracteriza por un intenso enrojecimiento cutáneo con hinchazón y sensación de calor y puede ir seguido de la aparición de vesículas y ampollas. Posteriormente, se forman costras y, finalmente, descamación y curación de las lesiones”, informa.

En caso de quemaduras leves “el eritema inflamatorio es seguido solamente por la descamación, con la subsiguiente pigmentación de la piel, pero en los casos más graves donde se asocia la irradiación intensa con congestión por calor, puede aparecer malestar general con fiebre, náuseas, vómitos, cefaleas e, incluso, colapso circulatorio”, añadió Viera.

En todos los casos es importante saber que, aunque los síntomas desaparezcan en unos días el daño en la piel permanece.

La piel tiene memoria y cada quemadura solar provoca un daño en el ADN de la célula cutánea afectada por la quemadura. Estas células tienen el poder de reparar este daño, pero si se repiten las quemaduras en la misma zona, se perdería este poder reparador y poder acabar desembocando, con el paso de los años, en un cáncer de piel.

¿Qué hacer si tengo una insolación?

Para evitar daños mayores en la piel y eliminar las molestias de las quemaduras, lo primero que hay que hacer es tratar la zona lo antes posible, incluso aunque sólo estemos rojos  y con pocas molestias. Para eso es importante:

  • Hidratar con intensidad la pielaplicando cremas emolientes y calmantes.
  • Beber abundante agua.
  • Dar baños de agua fría o aplicar frío en la zona afectada.
  • Tomar sustancias antioxidantes que ayudan a la regeneración cutánea.
  • Si no hay ampollas en la piel, hay que hidratar la zona con productos que contengan aloe vera, urea, centella asiática o pomadas de hidrocortisona.
  • Usar ropa holgada y cómodaque no roce la piel alterada.

En ningún caso se debe aplicar hielo directamente ya que puede producir una intensa vasoconstricción que podría agravar más la lesión.

En cualquier caso, habrá que acudir al médico “en caso de quemadura de primer grado muy extensas, de segundo grado profunda (área extensa de ampollas, hinchazón y dolor intenso) o tercer grado, síntomas de insolación  (fiebre, escalofríos, náuseas, vómitos o sensación de desmayo), así como si después de una semana no hubiera curación o aparecieran síntomas de infección”, aconseja el médico.

¿Se puede volver a tomar sol después de una quemadura?

Aunque las ganas sean tremendas por querer volver a tomar el sol tras una quemadura, el consejo de los expertos es no hacerlo durante unos días. Esto debido a que se retrasa el proceso de regeneración  y se irrita e inflama mucho más la piel.

Advertencia: Ojo con tomar el sol en el agua

No siempre tomar el sol en una silla playera, puede provocarnos quemaduras, sino que, estar mucho tiempo en el agua también puede provocarlas.  Esto ocurre también en la nieve, ya que el agua o la nieve realizan un “efecto espejo” que concentra los rayos ultravioleta y, por tanto, es más fácil que una persona pueda sufrir una quemadura de manera más rápida aunque utilice protector solar.

¿Sabías que cada superficie refleja el sol de distinta manera? Y esto quiere decir que, por ejemplo la arena de playa, refleja aproximadamente un 20% de la radiación, el asfalto un 5%, el césped un 10-20%, el agua del mar un 25-30%, la nieve por ejemplo, hasta un 80%, por eso nos quemamos con más facilidad en unos sitios u otros, según datos de cáncer.org.es

Es por esto que, es fundamental aplicar y reaplicar el bloqueador o protector solar, ya que pasado el tiempo de exposición, éste no hará el efecto deseado y se corre el riesgo de quemaduras.


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