Síndrome de Meniere: vértigo y trastorno del oído
Vértigo, náuseas, vómitos, zumbidos, presión en el oído son parte de los molestos e invalidantes síntomas que se presentan en pacientes que sufren del síndrome de Meniere. Una enfermedad que afecta a dos de cada 1.000 personas, específicamente entre los 40 y 60 años de edad. ¿Tiene tratamiento y cómo se diagnostica? Pon atención:
El síndrome de Meniere o también conocido como vértigo de Meniere se caracteriza por la presencia de síntomas como vértigo (mareos), naúseas, vómitos, zumbidos, presión en los oídos entre otros. Malestares que logran ser invalidantes para las personas que lo padecen, ¿por qué se produce?, aquí en Estusalud te lo contamos.
Vértigo de Meniere
El síndrome o vértigo de Meniere es una enfermedad que afecta a cada dos de 1.000 personas, específicamente en los 40 y 60 años de edad. Es un trastorno que afecta tanto el equilibrio como la audición.
El oído interno está compuesto por tubos llenos de líquido llamados canales semicirculares, que se encargan del equilibrio, y la cóclea o caracol, encargada de la audición.
Para que ambas estructuras funcionen bien, el líquido en su interior debe estar a una presión adecuada, función ejercida por el saco endolinfático.
Cuando éste se obstruye, dificulta la capacidad para filtrar y eliminar líquido del oído interno, generando alteraciones en la audición y/o el equilibrio.
Síntomas
Generalmente, esta enfermedad se da en un oído y empieza con una pérdida de audición, acompañada de:
- Sensación de presión
- Ruido en el oído (tinnitus)
- Mareo o vértigo.
Los síntomas pueden aparecer diariamente o una vez al año, suelen ser de inicio brusco e ir empeorando con el tiempo. Además, se presentan como “ataques” en que durante algunos días o semanas están presentes. Los síntomas más comunes son:
- Pérdida de la audición.
- Percepción de un ruido o zumbido en el oído (tinnitus).
- Presión en el oído o sensación de tener el oído tapado.
- Episodios de vértigo que pueden durar minutos a días y podrían provocar náuseas, vómitos y sudoración intensa.
- Dolores de cabeza o abdominales y movimientos incontrolables del ojo.
Causas del Meniere
Las causas de este síndrome son desconocidas, sin embargo, se ha comprobado de que surge por un aumento de la presión del líquido del oído interno, llamado endolinfa, que se relaciona con la dificultad de la absorción del mismo.
Existen casos en donde el síndrome de Meniere está vinculado con: traumatismo craneal, infección del oído medio, sífilis, alergias, consumo de alcohol, fatiga, enfermedades virales recientes, infección respiratoria, tabaquismo, estrés, uso de ciertos medicamentos y antecedentes familiares.
Tratamientos
A pesar de que no existe cura para este síndrome, sí es posible realizar algunos cambios en el estilo de vida y tratamientos que podrían ayudar a reducir la gravedad y la frecuencia de los episodios de vértigo, tales como:
- Alimentación saludable y balanceada, limitar el consumo de sal, alcohol y cafeína, evitar el tabaquismo, ejercitarse frecuentemente y dormir lo suficiente.
- Tratamiento farmacológico: se administran, generalmente medicamentos para el vértigo, los que ayudan a disminuir la gravedad de un episodio, reduciendo la sensación de mareo y, además ayudan a controlar las náuseas.
- Audífonos: estos implementos pueden mejorar la audición del paciente.
- Cirugía: es la opción cuando los episodios de vértigo son graves y los tratamientos anteriores no tienen efecto deseado. Dentro de las intervenciones quirúrgicas que se realizan están:
- Procedimiento de saco endolinfático: se descomprime el saco endolinfático, lo que puede aliviar los niveles de exceso de líquido en el oído interno.
- Laberintectomía: se extrae la porción donde está la función del equilibrio del oído interno, eliminando también la función auditiva del oído afectado. Este procedimiento se realiza sólo si existe pérdida total o casi total de la audición.
- Sección del nervio vestibular: se corta el nervio vestibular, que conecta el equilibrio y los sensores de movimiento entre el oído interno y el cerebro. Así se corrigen los problemas de vértigo mientras se intenta mantener la audición del oído afectado.
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