¿Qué es la ecoansiedad?

Fecha de Publicación: 11 Febrero 2023
Tiempo de Lectura: 4 Min.

Para nadie es un misterio que el cambio climático está provocando cambios drásticos en el planeta. Algo, que para muchos, también los afecta psicológicamente. Sobre todo a generaciones jóvenes que ven el futuro de un planeta cada vez más dañado ¿Cómo enfrentarlo? ¿Qué se puede hacer? Te lo explicamos aquí:

Ya nos encontramos en un punto en el que no se pueda revertir la huella humana por completo: la herida está abierta en la Tierra y el abordaje actual se centra en disminuir el ritmo de daños que generamos, no en evitarlos al completo.

En un panorama tan desolador, la ecoansiedad se abre paso en los estratos más jóvenes de la sociedad ¿En qué consiste?

Números y datos

Para poder entender el término ecoansiedad, es importante tener en cuenta las cifras y datos que se obtienen con respecto a la situación del cambio climático en el 2021.

Según los datos entregados por World Meteorological Organization, la temperatura de la Tierra, en el 2021, fue de 1,09°C más que en el siglo XX. Se estima que el año pasado ha sido el quinto o séptimo más caliente de la historia del planeta.

¿Dónde se mide el aumento de la temperatura?

El calor presente en la superficie terrestre se acumula en los océanos. Por esta razón, las olas de calor son cada vez más comunes en las aguas saladas. El aumento de las temperaturas, la acumulación de plásticos y la sobreexplotación hacen que los bienes pesqueros cada vez sean menores, lo que a su vez repercute a la economía humana.

Debido al derretimiento de los polos y a la expansión termal del agua salada, el nivel del mar está subiendo a razón de 4,4 milímetros por año (entre el 2013 y el 2021). Esto fomenta que los emplazamientos cercanos a las costas estén cada vez más en peligro de inundarse y destruirse.

En 23 años, la rapidez con la que se pierden las masas de hielo flotantes se ha aumentado en un 65 %. Se estima que la Tierra está perdiendo a día de hoy 1,2 billones de toneladas de hielo cada año. La tendencia no parece mejorar con el tiempo.

La Tierra ha perdido 1/3 de todos sus bosques (un área 2 veces más grande que todo Estados Unidos). Solo un 10 % de los árboles se arruinaron durante las primeras etapas vitales del ser humano como especie y el 90 % de los daños han tenido lugar en los últimos 5000 años. El planeta pierde el equivalente boscoso a 27 campos de fútbol cada minuto que pasa.

Se estima que se pierden hasta 150 especies de seres vivos al día. Nos encontramos ante una extinción masiva sin precedentes y el ser humano es el gran responsable de ella.

Con todos estos datos en la mano, fuentes expertas, calculan que a la especie humana le quedan menos de 30 años para evitar una catástrofe climática desproporcionada. Las estimaciones pueden estar más o menos cerca de la potencial realidad, pero está claro que los ritmos productivos y de consumo no pueden continuar así en una etapa en la que el crecimiento poblacional es exponencial.

Significado de la ecoansiedad

La Sociedad Estadounidense de Psicología, la describe como  ‘un miedo crónico al desastre climático’. Dicho de otro modo, se trata de una mezcla de temor, inseguridad, indefensión y miedo hacia el aparente destino al que nos aproximamos los seres humanos.

La ecoansiedad no se considera un trastorno por sí solo. Además, existe cierta confusión con respecto al término, ya que existen autores que lo asocian a una ansiedad crónica que se ve empeorada por la situación climática global.

Aunque este problema afecta más a los jóvenes, el 54% de los europeos piensan que el cambio climático es un problema muy serio, pero solo el 27 % argumenta que este proceso les va a dañar a nivel personal.

¿Cuáles son los síntomas de ecoansiedad?

Como hemos dicho, el sentimiento de preocupación e indefensión con respecto a la situación climática actual es el signo más evidente de ecoansiedad. Aun así, se pueden identificar varios síntomas más que son:

  • Enfado y frustración, especialmente dirigido hacia aquellas personas que no reconocen el cambio climático como una fuente de preocupación real o que no hacen nada para solventarlo.
  • Pensamiento fatalista con respecto al futuro y sensación de que la situación es irreparable.
  • Crisis existencial en las que se plantea el sentido de la vida, la manera de actuar de la persona y el propio ser.
  • Culpabilidad extrema cuando se aumenta la huella de carbono o el consumo de carne.
  • Estrés postraumático tras experimentar los efectos del cambio climático en cualquiera de sus formas (golpe de calor, huracán, inundación y más).
  • Sensación de ansiedad constante, depresión y propensión a padecer ataques de pánico.
  • Tristeza y sentimiento de pérdida al observar la degradación de los ecosistemas.
  • Pensamientos obsesivos con respecto al cambio climático.

A su vez, estos síntomas pueden derivar en otros problemas más generales, como:

  • Dificultad para dormir
  • Sensación de no poder concentrarse
  • Cambios en el apetito

Cabe destacar que algunos de los signos citados no son patológicos, pero otros más concretos (como los ataques de pánico, la obsesión) sí que son motivo de consulta psiquiátrica.

¿Cómo manejar la ecoansiedad?

La ecoansiedad no se trata de una patología reconocida y, por ende, no requiere un tratamiento profesional.

De todas maneras, si te sientes sobrepasado por los síntomas antes señalados, lo mejor es buscar ayuda de un profesional, ya que estar preocupado de manera esporádica es normal, pero no así si pierdes tu calidad de vida en función del cambio climático.

Aun así, si te sigue preocupando la situación ambiental actual, existen ciertas recomendaciones que podrías tomar, para así bajar el sentimiento de culpabilidad:

  1. Reduce o terminar con el consumo de carne

La industria de la carne es uno de los principales culpables del cambio climático a día de hoy. Tal y como indica Greenpeace, el cultivo de animales de granja hace uso de pesticidas tóxicos para el ecosistema, se fomenta la quema de bosques para implantar centros de producción agrícola y muchas especies ganaderas generan altas emisiones de CO2.

Se estima que para generar un filete de carne de 1 kilogramo se requieren hasta 20 000 litros de agua, mientras que para generar la misma cantidad de patatas la cifra es de 250 litros. Mantener una dieta basada solo en materia vegetal es más que posible y fomenta medios de producción mucho más respetuosos con el medioambiente.

  1. Disminuye tu huella de carbono

Calcular la huella de carbono que produces como ser humano puede ayudar mucho a tomar conciencia del nivel de vida insostenible que llevamos los seres humanos.

Para reducir la huella de carbono, es necesario: limitar el consumo de carne y utilizar el transporte público (o manejar la bicicleta o el monopatín) son buenos puntos de inicio.


Tags:psicología
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