¿Que es la disautonomía?
La disautonomía afecta principalmente a mujeres jóvenes y se caracteriza por cansancio, fatiga y mareos al realizar movimientos bruscos y repentinos que, en algunas ocasiones, pueden llegar al desmayo. ¿Cómo se diagnostica y cuál es el tratamiento? Aquí te contamos más:
La disautonomía es una patología producida por un trastorno de la regulación del sistema nervioso autónomo, el responsable de regular las funciones del pulso, presión arterial, temperatura o la respiración.
Afecta a cualquier persona, sin embargo, las mujeres jóvenes (incluso en la niñez o la adolescencia) son más propensas a presentarlo. Por ejemplo, según los especialistas, por cada hombre, hay 20 mujeres que lo padecen. Además, se ha asociado a personas con hiperlaxitud articular.
Síntomas de la disautonomía
La disautonomía se puede manifestar de muchas formas, no obstante, uno de los síntomas más comunes es la debilidad o la sensación de que se agotó la energía. Otras, también frecuentes, son:
- Presión sanguínea baja.
- Palpitaciones, taquicardia o bradicardia.
- Falta de aliento o cansancio.
- Fatiga y debilidad de rápida aparición.
- Falta de fuerza.
- Más sueño de lo común.
- Sudoración.
- Cefaleas frecuentes.
- Mareos que pueden llegar a los desmayos o pérdida de conciencia.
Me diagnosticaron disautonomía
Por lo general, los cardiólogos son los que diagnostican la disautonomía de acuerdo a la historia del paciente o posterior a una serie de exámenes específicos. De todas maneras, el diagnóstico se puede tardar, ya que los síntomas suelen confundirse con anemia, hipotiroidismo, hipoglicemias o, incluso, depresión.
Por otro lado, la disautonomía es variable. Por ejemplo, algunas personas presentan síncopes, mientras que otras sólo tienen mareos ante los cambios de posición, especialmente cuando se realizan movimientos bruscos o rápidos.
Cabe mencionar que, ante la sospecha, los médicos podrían solicitar la realización del tilt test, un examen donde el paciente se recuesta en una camilla a la que está sujeto. Después de un momento de reposo, es levantada en un ángulo de 70° mientras se controlan los signos vitales del paciente, analizando cualquier variación. ¿Qué puede pasar? Los disautónomos pueden presentar palpitaciones, disminución de las pulsaciones y de la presión arterial, mareos o, incluso, pérdida de conciencia.
Tipos de disautonomía
- Disautonomía primaria: no se asocia a otra enfermedad y es más frecuente en la adolescencia o, incluso, en la niñez. Por otro lado, también puede estar asociado a una situación específica como posterior al consumo de alcohol, después de un ataque de tos o durante estadías en países con temperaturas muy elevadas.
- Disautonomía secundaria: es más frecuente en pacientes mayores de 40 años y se asocia a daño neurodegenerativo del sistema nervioso autónomo y central producto de enfermedades como diabetes, atrofias multisistémicas, Parkinson o polineuropatías.
Cuidados para el paciente disautónomo
Si bien, no se considera una patología grave, es necesario que los familiares y amigos sepan qué hacen ante un caso de desmayo. Aquí, lo principal es que no se golpee la cabeza producto de la caída.
Lo importante es que el cuerpo avisa antes de un episodio. Por ejemplo, comienza una sensación de debilidad y fatiga, zumbido o pitos en los oídos, palidez o náuseas. Por eso, da tiempo para sentarse o acostarse rápidamente. Si se suben los pies, tomas agua o consumes algo con sal, te sentirás mucho mejor.
Tratamiento para la disautonomía
Puede sonar simple, pero hay que ser constante. Si te diagnosticaron disautonomía, es necesario que cambies los hábitos para llevar una rutina que no te lleve a episodios de fatiga. Para ello, deberás:
- Realizar ejercicio constante y moderado, ya que se conoce que los disautónomos tienen una resistencia menos a las personas que no lo padecen.
- Alto consumo de líquido.
- Mantener una dieta ordenada, sin saltarse las comidas o sin tener períodos de ayuno.
- Aunque suene contradictorio con lo que todos recomiendan, los disautónomos deben agregarle sal a su dieta.
- Para casos más extremos, se pueden indicar medicamentos. Sin embargo, esto es evaluado paciente a paciente.
Recomendación: Así como los diabéticos deben consumir algo dulce en caso de bajas considerables de azúcar, los disautónomos pueden consumir algo salado si tienen una crisis en la que sienten cansancio repentino o sensación de desvanecimiento. Eso los ayudará a sentirse mucho mejor.
Después de leerlo, ¿tienes sospechas? Entonces tal vez sea hora de visitar un cardiólogo.
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