¿Puedo usar el bloqueador solar del año pasado?
Si estás pensando en usar el protector solar del año pasado, debes tomar en consideración varios puntos importantes para poder comprobar si es mejor desechar el producto y comprar uno nuevo ¿Cómo saber si está en buen estado?¿En qué debo fijarme? Te lo contamos enseguida:
En el caso de que no se haya abierto el producto, un protector solar puede mantener su eficacia hasta 3 años. Sin embargo, si lo abriste y utilizaste sólo un poco, puede que no te proteja completamente ¿En qué debes fijarte?
Lo primero, es saber o darse cuenta si el producto no ha caducado o vencido ¿Cómo?
De seguro al leer sobre el PAO o el Tiempo de Vigencia tras la Apertura, muchos asumen que esa es lo equivalente a la fecha de caducidad. Sin embargo, tratan de temas diferentes.
La fecha de expiración o vencimiento se refiere a la cantidad de tiempo que tarda un producto en dejar de funcionar como promete.
“Es su periodo de vida útil, cuando es seguro de usar y puede cumplir la función para la que fue desarrollada”, menciona Paulina Molina químico farmacéutica de Farmacias Ahumada a medios BioBioChile.
Según la farmacéutica, es importante destacar que al igual que todos los cosméticos, no son materiales eternos.
“Lo normal es que, durante el verano, una persona ocupe más protector porque hay un tiempo mayor de exposición y los rayos llegan de forma más directa a la superficie. En términos generales, no se recomienda utilizar un producto que ya ha sido abierto”, aclaró la profesional.
¿Cómo saber si el producto es seguro de usar?
Si ya abriste el protector solar el verano pasado, se ve expuesto a diferentes factores externos. Para saber si es seguro utilizarlo, se puede verificar por el PAO. Esto se observa en el paquete y suele ilustrarse como un pequeño envase con la tapa abierta y que puede ser de tres, seis o doce meses.
“Este es el periodo que el fabricante garantiza que el producto mantiene la estabilidad, consistencia, eficacia y es seguro para el uso humano, siempre y cuando se haya conservado en buenas condiciones”, señaló Molina.
Otro de las señales importantes que debes saber, es el aspecto del producto. Esto porque la mayoría de los protectores solares vienen en formato de cremas o spray, por lo que es fácil darse cuenta si existen alteraciones o mal olor.
Por ejemplo, si el bloqueador obtiene un tono amarillento o si su textura cambió, ya sea de una forma más pastosa o con grumos, no debe utilizarse.
“La crema debe mantener una estructura emulsionada y no debe tener mal color u olor. Si lo hace, puede ser resultado de contaminaciones bacterianas o fúngicas”, explica Molina.
“Al estar en mal estado, el fotoprotector no sólo no nos va a proteger de los rayos UVB y UVA, sino que también puede causar problemas como irritaciones o alergias.
De hecho, sarpullidos, eritemas, enrojecimiento o picazón pueden indicar que el producto no sólo ha perdido su eficacia, sino que está afectando negativamente su piel”, añade.
¿Dónde guardaste el bloqueador todo este tiempo?
Una pregunta sencilla y un buen punto a considerar. Esto debido, a que si el producto que abriste en 2020 lo dejaste durante un año en el baño, no lo uses, porque la humedad característica de aquel lugar, pudo contaminar con hongos el protector.
Según los consejos de la farmacéutica, el bloqueador, al igual que muchos cosméticos, debe guardarse en un lugar fresco, seco y a una temperatura ambiente cercana a los 22° C.
¿Cómo debo usar el bloqueador solar?
De acuerdo a la Asociación Chilena de Seguridad, se recomienda utilizar un protector solar factor 30 o 50. Además, dan una serie de recomendaciones para su uso diario:
- Aplicar media hora antes de exponerse al sol y reaplicar cada dos horas o menos si se transpira.
- En niños de seis meses o más se debe usar un protector solar hipoalergénico con factor 50 mínimo.
- Poner bloqueador con la piel seca y en forma abundante. Recomiendan una cucharadita de té por extremidad.
- Esparcir uniformemente cubriendo todas las zonas del cuerpo, especialmente aquellas más sensibles como cuello y orejas. En el caso de los niños y adultos calvos, también se debe aplicar en el cuero cabelludo.
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