Piscina segura: Diversión asegurada

Fecha de Publicación: 17 Diciembre 2021
Tiempo de Lectura: 4 Min.

Durante el verano, las piscinas se transforman en el lugar favorito de niños y adultos. Sin embargo, es indispensable tomar medidas para prevenir accidentes y así poder disfrutar de manera segura ¿Qué debes saber? Te lo contamos aquí:

Lamentablemente, la asfixia por inmersión es la primera causa de muerte en menores de 1 a 4 años y la tercera en pediatría en nuestro país.

Un panorama que se hace aún más escalofriante, ya que un 50% de los ahogamientos se produce en piscinas propias y el 70% de los accidentes ocurren con la supervisión de un adulto, según cifras entregadas a medios El Mostrador, por el pediatra de Clínica Bupa, Luis Guerrero.

Seguridad es igual a tranquilidad

Las barreras o rejas, alarmas y cubiertas para piscinas, son una adecuada ayuda para prevenir accidentes y lesiones. Sin embargo, ninguno de ellos son suficientes para asegurar que no ocurran accidentes. Y para eso, lo más importante es contar con la supervisión de un adulto.

Sobre todo, cuando son los niños quienes están dentro del agua. Más aún cuando tienen a disposición flotadores y alitas que, no son dispositivos de seguridad, sino más bien elementos auxiliares de flotación que ayudan a aprender a nadar.

¿Qué se considera un dispositivo de seguridad?

Un dispositivo de seguridad es un elemento cuya implementación reduce el riesgo de incidentes. Por ejemplo, un chaleco salvavidas sí es un dispositivo de seguridad por cuanto está pensando para “salvar vidas” considerando capacidad y resistencia.

Pasos para una piscina segura

Qué consejos debemos seguir para así no lamentar accidentes en el agua:

  • Nunca deje un niño solo en una piscina, y siempre vigílelos cuando estén en el agua o cerca de ella.
  • Enseñe a los niños consejos básicos de seguridad en el agua.
  • Esté preparado para las emergencias. Es recomendable tener un teléfono cerca cuando usted o su familia esté usando una piscina. Si un niño está perdido búsquelo primero en la piscina.
  • Comparta estas medidas de seguridad con familiares, amigos y vecinos.
  • Aprenda a nadar y enséñele a su hijo/a
  • Aprenda a realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) en niños y adultos, y actualice estas habilidades regularmente.
  • Mantenga a los niños lejos de los desagües de la piscina, tuberías y otras aberturas para evitar atrapamientos.
  • Instale una reja de 1,22 metros y más, alrededor de la piscina.
  • Instale alarmas de piscinas y puertas para qué le avisen cuando los niños están cerca del agua
  • Asegúrese de que cualquier piscina que utilice tenga tapas de desagüe.
  • Cuente con un conjunto de herramientas de seguridad, tales como:
  • Un botiquín de primeros auxilios
  • Un par de tijeras para cortar el pelo (por si éste se enredara en el filtro)
  • Un teléfono móvil o inalámbrico en que esté grabado y de fácil acceso los números de: Ambulancias (131), Bomberos (132), Carabineros (133).

¿Qué hacer en el caso de ahogo?

Generalmente, la asfixia en el agua ocurre de manera muy rápida, en silencio y también por descuido ¿Qué ocurre cuando alguien se ahoga por inmersión?

A tan sólo tres minutos de ocurrido el hecho, sobreviene un paro cardiorrespiratorio que sólo puede enfrentarse con maniobras de reanimación. Sin embargo, en todos los casos los ahogamientos son absolutamente evitables si se sigue el siguiente decálogo de prevención:

  • Grita por ayuda.
  • Saca lo antes posible al niño del agua.
  • Si respira, ponlo de costado (posición de recuperación) y llama una ambulancia.
  • Si no respira, inicia de inmediato la respiración boca a boca y masaje cardíaco. No te des por vencido muy pronto. No extraigas el agua de los pulmones o estómago. Sólo demora la reanimación.
  • No le quites o cambies la ropa, la baja temperatura es un aliado en estos casos.
  • Es mejor una reanimación mal hecha, que ninguna.

¿Cómo realizar maniobras RCP O Reanimación Cardiopulmonar a un niño?

Compresiones: restaurar el flujo sanguíneo

  1. Si estás solo y no viste al niño colapsar, empieza a hacer compresiones durante aproximadamente dos minutos.
  2. Coloca al niño de espalda sobre una superficie firme.
  3. Arrodíllate junto al cuello y los hombros del niño.
  4. Coloca las dos manos (o solo una si el niño es muy pequeño) en la parte baja del hueso del tórax (esternón).
  5. Con la palma de una o ambas manos, presiona hacia abajo (comprime) el pecho aproximadamente 2 pulgadas (unos 5 centímetros) pero no más de 2,4 pulgadas (unos 6 centímetros). Presiona con firmeza y rapidez, a un ritmo de 100 a 120 compresiones por minuto.
  6. Si no estás capacitado en RCP, continúa haciendo compresiones en el pecho hasta que el niño se mueva o hasta que llegue el personal médico de emergencia. Si has recibido capacitación para hacer RCP, abre las vías respiratorias y proporciona respiración de rescate.

Vías respiratorias: abre las vías respiratorias

  1. Si estás capacitado en RCP y has realizado 30 compresiones torácicas, abra las vías respiratorias del niño mediante la maniobra de inclinarle la cabeza y levantarle el mentón.
  2. Coloca tu palma de la mano sobre la frente del niño e inclínale suavemente la cabeza hacia atrás.
  3. Con la otra mano, levántale suavemente el mentón hacia adelante para abrir las vías respiratorias.

Respiración: respira por el niño

Sigue estos pasos para hacerle respiración boca a boca al niño.

  1. Después de usar la maniobra de inclinarle la cabeza y levantarle el mentón, aprieta las fosas nasales del niño. Cubre la boca del niño con la tuya y asegúrate de que no escape aire.
  2. Proporciona una respiración en la boca del niño durante un segundo y observa si se eleva el pecho. Si se eleva, proporciona la segunda respiración. Si el pecho no se eleva, repite primero la maniobra de inclinarle la cabeza y levantarle el mentón y luego proporciona la segunda respiración. Ten cuidado de no proporcionar demasiadas respiraciones o de respirar con demasiada fuerza.
  3. Después de las dos respiraciones, comienza de inmediato el siguiente ciclo de compresiones y respiraciones.

Nota: si hay dos personas disponibles para hacerle RCP al niño, cambien de rescatista cada dos minutos, o más rápido si el rescatista está cansado, y proporcionen una o dos respiraciones cada 15 compresiones. Y llama a un servicio de urgencia para que proporcione la ayuda lo más rápido posible.

Y recuerda, para los niños no existen sistemas de seguridad cien por ciento confiables, ya que su ingenio y rapidez los hacen vulnerar cualquier método. Por tanto, lo más importante, confiable  y seguro es la supervisión y vigilancia de un adulto.

Fuentes:

  • Clínica Mayo
  • Clínica Las Condes
  • Sernac

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