La tristeza en la era digital: depresión infantil

Fecha de Publicación: 09 Julio 2023
Tiempo de Lectura: 3 Min.

La depresión infantil es una realidad preocupante que requiere atención urgente. Descubre cómo este trastorno afecta a los niños y cómo podemos ayudar a detectarlo. ¡Lee más aquí en Estusalud!

Las enfermedades mentales como el autismo, el TDAH, la depresión y la ansiedad son comunes entre los niños, según la Dra. Silvia Mabry, especialista en Psiquiatría Infantil en el Hospital Quirónsalud Zaragoza, existen dos categorías principales de enfermedades: “En la infancia nos encontramos con trastornos del neurodesarrollo, como el Trastorno del Espectro Autista o el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), mientras que en la adolescencia vemos más patologías de tipo depresivo, como la depresión o la ansiedad”, explica la especialista.

¿La clave? radica en detectar los síntomas a tiempo para poder implementar un tratamiento efectivo.

“Los trastornos del neurodesarrollo suelen detectarse fácilmente tanto en el entorno familiar como en el educativo, ya que el niño no alcanza los hitos esperados en su desarrollo o comienza a tener dificultades escolares. Son los colegios y los padres quienes suelen identificar estos primeros síntomas”, explica la Dra. Mabry.

Además, en el caso del autismo, puede suceder que los bebés no fijen la mirada en sus padres, no muestren una sonrisa social ni interactúen ni muestren interés en captar la atención del adulto más allá de las necesidades básicas.

“Los síntomas en los niños y adolescentes no son iguales que en los adultos y, debido a su variedad, a veces resulta difícil distinguirlos. A medida que el niño crece, y especialmente durante la adolescencia, surgen problemas más difíciles de diagnosticar, siendo el más importante la depresión”, señala la psiquiatra del Hospital Quirónsalud Zaragoza.

Depresión infantil: la trizteza que no debiese existir

En la actualidad, la depresión es el problema de salud mental más prevalente en el mundo, llegando a considerarse una epidemia.

Sin embargo, cuando pensamos en este trastorno, generalmente lo asociamos con adultos y nos olvidamos de que los niños también pueden padecerlo de manera específica y acorde a su etapa de desarrollo.

La Dra. Berta Cejas, Jefe de Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Universitari Sagrat Cor de Barcelona, destaca que “la depresión es el trastorno del ánimo más prevalente en niños y adolescentes y constituye un importante problema de salud pública, hasta el punto de que es la principal causa de discapacidad por enfermedad a nivel mundial entre los 10 y los 24 años”.

Además, advierte la especialista, constituye un factor de riesgo de suicidio en adolescentes y es uno de los principales motivos de muerte en este grupo de edad.

¿Cuál es la causa de la depresión infantil?

La depresión infantil tiene múltiples causas que se basan en el modelo diátesis-estrés, el cual combina factores biológicos y genéticos (lo “innato”) con experiencias vitales (lo “adquirido”).

Esto implica que los niños tienen una mayor predisposición a desarrollar depresión cuando poseen una susceptibilidad biológica y están expuestos a ciertos factores ambientales.

La depresión en niños se origina a partir de una combinación de factores internos y externos que interactúan entre sí.

La depresión infantil tiene causas biológicas, como:

  • Factores genéticos y neurobiológicos
  • Factores ambientales
  • Factores psicológico, familiar y social

Estos factores pueden desencadenar una variedad de problemas en el niño, que a menudo son difíciles de detectar y abordar. Los síntomas de la depresión en niños incluyen:

  • Irritabilidad
  • Tristeza
  • Pérdida de interés
  • Dificultad de concentración
  • Baja autoestima
  • Cansancio
  • Alteraciones del sueño

El tratamiento de la depresión infantil debe ser integral y basarse en un enfoque biopsicosocial que incluya al niño, al adolescente y a la familia.

Psicoeducación

Es crucial involucrar al colegio en el proceso terapéutico de la depresión infantil, ya que los profesionales escolares pueden brindar apoyo emocional al niño y adaptar el currículo durante el proceso de recuperación. El tratamiento de la depresión infantil se basa en tres pilares:

  • Psicoeducación
  • Psicoterapia y farmacoterapia.

La psicoeducación es fundamental para que el paciente y la familia comprendan la enfermedad, el plan terapéutico y los objetivos, lo que mejora la adherencia al tratamiento.

La terapia cognitivo-conductual es la terapia más respaldada para la depresión infantil, y puede incluir sesiones individuales, familiares y grupales. La terapia interpersonal también puede ser útil al abordar las relaciones del niño con su entorno.

La farmacoterapia, prescrita por un médico, se utiliza en casos de depresión infantil moderada o severa en combinación con la psicoterapia, o cuando no se ha obtenido respuesta al tratamiento psicoterapéutico.

Ante la sospecha de depresión en un hijo, es importante buscar ayuda especializada, ya que la detección temprana, un manejo adecuado y un tratamiento eficaz pueden reducir el impacto negativo.


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