La pandemia aumentó la disconformidad con el cuerpo
Más feos, gordos o viejos. ¿Has tenido esa sensación después de casi dos años de pandemia? La verdad es que este tiempo no sólo trajo consigo problemas de salud mental, sino que también la disconformidad con el cuerpo. En casos graves, se habla incluso de dismorfia. Conoce más aquí:
Sí, hay días en que nos creemos el cuento y todo anda bien, pero ¿qué pasa cuando no nos gusta de nuestro cuerpo y esto se termina transforman en una constante o, con tiempo, termina alterando el juicio de la realidad?
La dismorfia o, como lo define Clínica Mayo, el trastorno dismórfico corporal, es una patología de salud mental en el que no se puede dejar de pensar en uno o más defectos percibidos de nuestra apariencia. Así, un problema que puede parecer menor, o que no es visto por los demás, se agranda en nuestras mentes.
Entonces, cuando tienes un trastorno dismórfico corporal te enfocas intensamente en tu apariencia e imagen, mirándote constantemente en el espejo y tratando de hacer algo que te dé tranquilidad ante lo que ves.
Por otro lado, este defecto percibido provoca conductas repetitivas que causan angustia y repercuten en el diario vivir. De hecho, puede complicar las relaciones sociales.
¿Existen casos conocidos? Sí, pues recientemente la actriz y modelo, Megan Fox, reconoció que sufre dismorfia, lo que le causa mucha inseguridad. “Podemos mirar a alguien y pensar, esa persona es tan hermosa, su vida debe ser muy fácil. Pero lo más probable es que no se sientan así consigo mismos”, declaró en GQ Magazine.
Síntomas de la dismorfia
Las señales más comunes de este trastorno corporal incluyen:
- Estar muy preocupado con un defecto y que los demás no ven o les parece poco importante.
- Fuerte creencia de que tienes un defecto en tu apariencia que te hace feo o deforme.
- Creer que otros se burlan de ti o que ven este defecto de una manera negativa.
- Tratar de arreglar u ocultar el defecto percibido con maquillaje u otro estilo de ropa.
- Mirarse frecuentemente al espejo, arreglarse o rascarse la piel.
- Buscar procedimientos estéticos que mejoren estos defectos.
- Comparar constantemente tu apariencia con la de los demás.
- Buscar la aprobación constante.
- Tener tendencias perfeccionistas.
- Evitar encuentros sociales.
Cabe mencionar que estos pensamientos y comportamientos repetitivos pueden ser difíciles de controlar y, muchas veces, indeseables porque generan gran angustia y problemas sociales en el trabajo, universidad o colegio.
Características más comunes de la dismorfia
Enfocarse excesivamente en alguna parte del cuerpo, de eso se trata la dismorfia. Pero ¿cuáles son las que más causan esta sensación?
- En el rostro, una nariz grande, mal cutis, arrugas, acné u otras imperfecciones.
- En el cabello, su apariencia, calvicie, adelgazamiento u otro similar.
- Apariencia de la piel, venas marcadas, celulitis.
- Tamaño de las mamas o genitales.
En los hombres, por lo general ocurre la dismorfia muscular, que sucede cuando se cree que el cuerpo es demasiado pequeño o poco musculoso.
Aumento de peso en pandemia
Por lo general, este trastorno corporal comienza en la niñez o en los primeros años de la adolescencia, cuando se inicia el desarrollarse. Sin embargo, también afecta a personas mayores, especialmente en pandemia, debido a la mala alimentación y, por consiguiente, el aumento de peso.
De esta forma, el encierro y la falta de movimiento provocó el aumento de kilos que, con el regreso a la “normalidad”, dejó en evidencia este descontento corporal.
¿Y si lo intentas y bajas de peso, pero te sigues sintiendo incómodo? Entonces aquí estamos frente a un trastorno alimentario, los que también aumentaron en pandemia, especialmente en los adolescentes.
“Es común que las personas que bajan de peso se miren al espejo y se encuentren iguales, pese a que quienes las rodean noten y manifiesten el cambio físico”, explicó la psicóloga nutricional, Francisca Peñafiel, al diario La Tercera.
¡Ojo con las redes sociales!
El uso de filtros, la excesiva delgadez de las modelos o los cánones de belleza instaurados hace años, han provocado el aumento de esta disconformidad, más aún si estamos entrando al verano.
¿Y qué dicen los especialistas? Indican que, al compararse con los otros en redes sociales, terminan idealizando una imagen, tratando de formar una identidad similar. “En esos casos hay que prestar atención porque el nivel de sufrimiento, especialmente de los adolescentes, puede ser alto”, indica Peñafiel.
Y aquí aparece la denominada ansiedad o fobia social, que tiene relación a aquella ansiedad que produce la interacción con los demás, generando inseguridad y vergüenza por miedo al escrutinio o a la opinión del resto.
Por esto mismo, existe una preocupación de lo ocurrido en pandemia ya que, debido a las cuarentenas y la baja interacción social, es que se pudo haber formado un espacio de fantasía y estimulación de ansiedades y miedos.
Si tu hijo o hija está más retraído:
Los especialistas indican que debemos estar atentos a las señales de nuestros hijos adolescentes o a quienes nos rodean.
Señales:
- Si vemos que alguien no quiere salir después del levantamiento de las cuarentenas.
- Evitar situaciones sociales comunes y realizadas con anterioridad.
- Si notamos que están muy atentos a las redes sociales y al seguimiento de influencers.
- Si hay mayor inhibición o vergüenza.
- Si existe un permanente enjuiciamiento de sí mismo que se haya acrecentado en pandemia.
- Si aumentan los rasgos obsesivos o baja autoestima.
- Si los niños o jóvenes dejan de comer o se preocupan más de las calorías.
- Cuando se sufre por no parecerse a cánones imposibles de lograr.
Factores de riesgo:
- Tener parientes consanguíneos con dismorfia.
- Experiencias negativas como bullying, ciberacoso, negligencia o abuso.
- Rasgos de personalidad como el perfeccionismo.
- Alta presión social o expectativas de belleza.
- Tener otra afección de salud mental como ansiedad o depresión.
¿Cómo cuidarse de una ola de calor?
