Hiperhidrosis: Sudar más de lo normal

Fecha de Publicación: 29 Diciembre 2021
Tiempo de Lectura: 3 Min.

Cuando hay una sudoración excesiva, que te hace transpirar con frío y calor y, no se asocia a una situación que la provoque se llama hiperhidrosis ¿Cómo se produce y cuáles son sus posibles tratamientos? Averígualo aquí:

La hiperhidrosis es cuando una persona suda de una manera anormal. Se trata de una transpiración excesiva que no está generada por una causa puntual.

Es natural y normal, un aumento de la sudoración en días de calor extremo o al realizar una actividad física. En la hiperhidrosis, la sudoración excesiva, es constante.

¿Qué es el sudor?

El sudor es básicamente agua y apenas el 1 % de sus componentes son sales. El cuerpo lo produce en las glándulas sudoríparas para regular la temperatura corporal. Y es el sistema nervioso el que ordena, en situaciones normales, sudar más o menos.

Este trastorno se hace más evidente en manos, pies y axilas. En esas zonas, si la humedad se almacena por mucho tiempo, se pueden infectar generando olor por la descomposición del sudor a través de las bacterias. A eso se le conoce como: bromhidrosis.

Aproximadamente, se calcula que un 2 % de la población mundial puede ser diagnosticada con los criterios de hiperhidrosis. Y es común que el trastorno sea familiar, encontrando padres e hijos, o hermanos, con el mismo padecimiento.

¿Cuáles son las causas de la hiperhidrosis?

La hiperhidrosis se puede atribuir a dos causas generales:

  • La primaria o idiopática
  • Las secundarias.

Generalmente, la hiperhidrosis primaria es la más común, es decir, aquella que se genera por sí misma.

El tipo primario se denomina hiperhidrosis focal esencial ¿Cómo se genera? El problema se desarrolla en los nervios que inervan las glándulas sudoríparas. En estas personas, estos nervios se hallan hiperactivos, estimulando todo el tiempo la producción de sudor. Si bien el sudor no se asocia a calor o ejercicio, sí puede incrementarse con el estrés.

Por otro lado, las causas secundarias de hiperhidrosis pueden ser muchas. Se trata de enfermedades que tienen entre sus síntomas el aumento de la sudoración. Entre ellas tenemos:

  • Hipertiroidismo e hipotiroidismo
  • Diabetes: en algunas personas es el sudor excesivo del tronco lo que despierta sospechas sobre la posibilidad de que padezcan diabetes.
  • Enfermedad isquémica coronaria.
  • Cuadros infecciosos sistémicos: en parte, por la fiebre y por la aceleración del metabolismo durante una infección, el momento agudo se suele acompañar de hiperhidrosis.
  • Neuropatías: específicamente, las enfermedades de los nervios periféricos y del sistema nervioso simpático son capaces de alterar la inervación de las glándulas sudoríparas.
  • El sudor nocturno es uno de los criterios diagnósticos de la hiperhidrosis.

¿Cuáles son los síntomas?

No se puede diagnosticar como hiperhidrosis cualquier sudoración que se perciba como excesiva.

La primera condición es que se padezcan más de seis meses de sudor abundante sin una explicación directa. Es decir, sudor generado sin padecer episodios de calor ni tras la realización de ejercicios intensos. Además, se debe agregar:

  • Afectación de las actividades cotidianas.
  • Aparición del sudor excesivo por lo menos una vez por semana.
  • Haberlo padecido desde antes de los veinticinco años de edad.
  • Tener un familiar con hiperhidrosis diagnosticada.
  • Sudar de manera simétrica: en ambas axilas, por ejemplo, al mismo tiempo.
  • Transpirar durante las horas de sueño en noches que no son calurosas.
  • Las manos son uno de los sitios más afectados por la hiperhidrosis

¿Tiene tratamientos la hiperhidrosis?

Los antitranspirantes son  la primera medida que se toma entre los que padecen hiperhidrosis. En general, suele ser un tratamiento instaurado por el mismo paciente antes de consultar al médico. El componente de los antitranspirantes que mejor actúa es el cloruro de aluminio. Los efectos adversos son la irritación dérmica, especialmente en personas con piel sensible.

La iontoforesis es una técnica basada en  electricidad. A través de la corriente eléctrica, se logra anular la función de las glándulas sudoríparas. El tratamiento requiere una serie de sesiones para ser efectivo y no tiene mayores efectos adversos. El paso de corriente es controlado y de ninguna manera se alcanzan niveles peligrosos para el cuerpo.

La toxina botulínica, aquella sustancia que se usa mucho más para estética, se inyecta directamente en la zona más afectada para bloquear los nervios que llevan el estímulo de la sudoración. Puede aplicarse en axilas, manos y pies.

La cirugía, es el procedimiento quirúrgico para quienes requieren de una simpatectomía torácica endoscópica. Ésta se aplica a personas que tienen una calidad de vida afectada por la hiperhidrosis, ya sea porque tienen zonas con infecciones por la humedad excesiva.

Este procedimiento consiste en un corte en el nervio del sistema simpático para así detener el estímulo de las glándulas sudoríparas.

Fuentes:

  • Clínica Mayo
  • ABC España
  • Más Salud

Tags:cirugíasdermatologíaenfermedades
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