Hijos tienen mayor riesgo de depresión si la madre tuvo en embarazo
Para la mayoría de las mujeres, el embarazo es sinónimo de felicidad y alegría. Pero esto no siempre es así. Hay un grupo importante de madres que sufren de depresión antes, durante y después de haber dado a luz. Lo que genera grandes probabilidades de que los hijos desarrollen síntomas depresivos entre los 10 y 24 años. Revisa más aquí:
Un estudio realizado por la Universidad de Bristol, en Reino Unido, investigaron las consecuencias que pueden llegar a tener los hijos de madres que han tenido depresión durante su embarazo. Para esto, realizaron una encuesta a 5.029 personas entre 10 y 24 años, a quienes siguieron por 14 años.
¿Cómo hicieron el estudio?
Examinaron a 106 mujeres embarazadas a partir de la semana 25 de gestación. A 49 de ellas se les diagnosticó depresión pero no tomaron medicamentos.
Después se les tomaron muestras de sangre y saliva para comprobar que tuvieran síntomas asociados a la depresión, como una mayor producción de cortisol, una hormona asociada al estrés.
Una vez que tuvieron a sus hijos, los investigadores monitorearon a las guaguas para comprobar sus niveles de cortisol. Los exámenes se realizaron a los seis días de nacer, a los ocho meses y a los 12.
El análisis de todos estos datos reveló varios factores de interés. El primero es que las mujeres con depresión, tienen un período de gestación ligeramente más corto que quienes no padecen la enfermedad. Dan a luz unos ocho días antes de media.
Pero lo que más llamó la atención a los investigadores fue el efecto que la depresión había tenido en los pequeños.
Niños más sensibles y depresivos
Los hijos de las madres que tuvieron depresión eran más hiperactivos, lloraban más y producían cortisol,- hormona que libera el organismo en situaciones de malestar o amenza-, en situaciones que otros niños encaraban con normalidad.
La diferencia en este tipo de comportamiento pudo comprobarse en bebés con apenas unos días de vida.
También se puedo comprobar que, a los dos días de nacidos, las guaguas de madres que habían tenido depresión, también eran más sensibles a la luz y al frío, manifestó el profesor del King’s College de Londrés, Carmine Pariante, uno de los autores de la investigación.
Cuando los niños cumplieron un año, los especialistas se dieron cuenta que los niveles de cortisol de los pequeños, eran mayor al enfrentar por ejemplo una vacuna.
El profesor aclara que a pesar de que la liberación de la hormona no es mala, si se ve una diferencia entre los niños cuyas madres sufrieron depresión durante el embarazo.
¿Cómo se traspasa la depresión de la madre al feto?
Según los especialistas, el estrés de la madre está presente en la sangre y cruza la placenta llegando al bebé, influenciando el sistema de respuesta del niño ante situaciones incómodas.
Lo que preocupa a los expertos es que los infantes al tener una mayor sensibilidad al estrés, tienen más riesgo de desarrollar problemas psicológicos o depresión en el futuro. Sobre todo, cuando tengan que pasar por situaciones de sufrimiento, problemas de la vida diaria, la pérdida de una familiar, bullying o simplemente enfrentarse a frustaciones académicas y profesionales.
Madres deben buscar tratamiento
Según esta investigación, una de cada 10 mujeres sufre de depresión durante el embarazo. Por esta razón, es de vital importancia que se busque tratamiento; ya que muchas veces esta enfermedad se esconde por querer evitar la presión constante de la sociedad de que el embarazo debe ser un momento de felicidad y alegría
Encontrar la mejor alternativa junto con tú especialista, traerá beneficios de por vida para ti y tú hijo ¡La decisión es tuya!
Fuentes:
- Futuro Tu Futuro 360
- Clínica Mayo
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