Bocio: el agrandamiento de la glándula tiroidea

Fecha de Publicación: 07 Diciembre 2021
Tiempo de Lectura: 3 Min.

La tiroides puede verse afectada de distintas maneras. Una de ellas es el bocio, un agrandamiento anormal de la glándula tiroidea. Aunque generalmente no producen dolor, un bocio grande puede causar distintos problemas. ¿Cuáles son los más comunes y cuándo consultar con un endocrinólogo?

El bocio es este aumento del tamaño de la tiroides que puede estar provocado por distintas causas. A simple vista, puede parecer incluso un tumor, sin embargo, no tiene porqué tratarse de esto. Sin embargo, se recomienda realizar un diagnóstico oportuno para encontrar la causa y comenzar un tratamiento.

 Tipos de bocio

  • Difuso: agrandamiento global y regular de la glándula tiroides, sin que lleguen a palparse nódulos.
  • Uninodular: la glándula está aumentada de tamaño y es posible palpar un nódulo.
  • Multinodular: la tiroides crece y se sienten dos o más nódulos.

Por otro lado, de acuerdo a la producción hormonal del bocio, este puede ser:

  • Normofuncionante: cuando la producción de hormonas tiroideas es normal.
  • Hipofuncionante: el nivel de hormonas es más bien bajo.
  • Hiperfuncionante: las hormonas son elevadas.

Cabe mencionar que en algunos casos el bocio puede evolucionar del hipertiroidismo al hipotiroidismo.

Síntomas del bocio

No todos los tipos de bocio actúan de la misma manera. Sin embargo, las personas que lo padecen hacen referencia a:

  • Hinchazón en la base del cuello.
  • Sensación de opresión en la garganta.
  • Tos constante.
  • Ronquera.
  • Dificultad para tragar.
  • Ahogo o dificultad para respirar bien.

Cuando hablamos de tiroides hipactiva o hipotiroidismo, los signos incluyen:

  • Fatiga.
  • Mayor sensibilidad al frío.
  • Aumento de somnolencia.
  • Piel seca.
  • Estreñimiento.
  • Debilidad muscular.
  • Problemas de memoria o concentración.

Ahora, si se trata de tiroides hiperactiva o hipertiroidismo, las personas pueden sentir:

  • Pérdida de peso.
  • Latidos cardíacos rápidos (taquicardia).
  • Mayor sensibilidad al calor.
  • Sudoración excesiva.
  • Temblores.
  • Irritabilidad o nerviosismo.
  • Debilidad muscular.
  • Deposiciones frecuentes.
  • Cambios en los patrones menstruales.
  • Dificultad para dormir.
  • Presión alta.
  • Mayor apetito.

¿Pero qué causa el bocio?

Bueno, te contamos que la glándula tiroidea produce dos hormonas principales: tiroxina (T4) y triyodotironina (T3).Estas seguramente las has escuchado cuando un médico nos da la orden para un examen de sangre.

Estas hormonas circulan por el torrente sanguíneo y ayudan a regular el metabolismo. Además, permiten controlar la temperatura corporal, influyen en la frecuencia cardíaca y a regular la producción de proteínas.

Por otro lado, la glándula de la tiroides también produce calcitonina, una hormona que ayuda a regular la cantidad de calcio en la sangre.

De esta forma, la hipófisis y el hipotálamo controlan la velocidad a la que se producen y liberan las hormonas T4 y T3 antes mencionadas.

Así, tener bocio no significa necesariamente que la glándula tiroides no esté funcionando con normalidad. Incluso, cuando se agranda, la tiroides puede seguir produciendo cantidades normales de hormonas.

Y, como mencionamos, algunas de las causas más comunes son:

  • Deficiencia de yodo: Las personas pueden presentar bocio cuando la tiroides se agranda en un esfuerzo por obtener más yodo. Esta deficiencia también puede empeorar debido a una dieta alta en alimentos inhibidores de hormonas como repollo, brócoli o coliflor.
  • Enfermedad de Graves: Puede ocurrir cuando la glándula tiroidea produce demasiada hormona, causando hipertiroidismo. Ahora, con esta enfermedad, los anticuerpos que producen el sistema inmunitario atacan por error a la tiroides, haciendo que produzca un exceso de tiroxina.
  • Enfermedad de Hashimoto: También puede ser resultado de una tiroides poco activa (hipotiroidismo). Al igual que el anterior, se trata de un trastorno autoinmunitario que daña la tiroides, haciendo que produzca menos hormonas.

Por otro lado, otras causas que se mencionan son cáncer, embarazo, tabaquismo, infecciones o una inflamación.

Factores de riesgo

Existen mayores riesgos de padecer bocio si:

  • Se sigue una dieta baja en yodo.
  • Eres mujer.
  • Tienes más 40 años.
  • Estás embarazada o con la menopausia.
  • Tienes antecedentes familiares de bocio.
  • Ciertos medicamentos.
  • Estuviste expuesto a radiación cuando niño o a radioterapia en el cuello o tórax.

¿Cómo se trata el bocio?

 Tras un control con el especialista y análisis de sangre, ecografía o, incluso, mediante una punción de un nódulo o una gammagrafía, se realizará el diagnóstico que llevará a un tratamiento individual. ¿Qué quiere decir? Que siempre dependerá de la causa y tamaño del bocio, pero que pueden incluir:

  • Observación.
  • Medicamentos.
  • Cirugía.
  • Uso de yodo radiactivo.

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