¿Arritmia, ansiedad o ataque al corazón?
Cuántas veces una opresión en el pecho nos ha hecho dudar sobre su causa. ¿Será algo grave o simplemente se tratará de una angustia? Para aquellos momentos, aquí te explicamos las diferencias y cuándo es vital que consultes con un especialista:
Un reciente estudio realizado por Ipsos determinó que el 56% de los chilenos cree que su salud mental empeoró desde el comienzo de la pandemia, posicionándonos en el segundo lugar de lista, después de Turquía.
¿Y qué tiene como novedad? Que la ansiedad es uno de los principales síntomas que han padecido los chilenos como resultado de meses de encierro y restricciones. ¿El problema? Es que estos signos a veces se confunden con otras enfermedades.
Es así como un trastorno de ansiedad o crisis de pánico se presenta con la aceleración de los latidos del corazón, lo que también puede estar relacionado con arritmias cardíacas. ¿Entonces cómo diferenciar?
Esto último causa gran preocupación debido a que pueden existir enfermedades sin diagnosticar, comprometer la salud cardíaca o, en algunos casos, poner en peligro la vida.
Arritmia cardíaca
La arritmia cardíaca puede presentar un ritmo lento o acelerado del corazón y ocurre cuando los impulsos eléctricos que coordinan los latidos no funcionan adecuadamente.
Por eso, esta enfermedad se caracteriza por una actividad eléctrica anormal del corazón que genera más impulsos eléctricos para las aurículas -las cavidades superiores del corazón- haciendo que éstas se contraigan muchas más veces de las que deberían.
Así, una arritmia puede provocar una sensación de aleteo en el pecho o de corazón acelerado. Por eso, se puede confundir con otras patologías.
A ello, la persona puede experimentar malestar general y otros síntomas como:
- Palpitaciones.
- Fatiga.
- Falta de aire.
- Mareos.
- Dolor en el pecho.
- Ansiedad.
Ansiedad
Se trata de un sentimiento de miedo, temor o inquietud que aparece de un momento a otro. Esto provoca que la persona se sienta tensa y, por ende, pueda presentar palpitaciones.
Si bien, la ansiedad puede ayudar a enfrentar situaciones difíciles -además de dar energía o impulso- las personas que padecen de trastornos de ansiedad no lo pasan bien.
Estos trastornos son afecciones en que la ansiedad no desaparece y, lo peor, es que puede empeorar con el tiempo interfiriendo el diario vivir de las personas.
Entre los síntomas más comunes están:
- Nerviosismo o agitación.
- Sensación de peligro inminente o pánico.
- Respiración acelerada.
- Sudoración.
- Temblores.
- Sensación de debilidad o cansancio.
- Problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa que no sea este estrés actual.
- Tener dificultad para controlar esta ansiedad.
- Problemas para conciliar el sueño.
- Tener la necesidad de evitar situaciones que generan ansiedad.
- Aumento del ritmo cardíaco.
¿Y cómo se puede diferenciar una arritmia y de la ansiedad?
Si las palpitaciones aparecen antes situaciones de estrés, preocupación o en un momento de miedo, el ritmo anormal de los latidos puede ser a consecuencia de ansiedad y no de un problema al corazón.
Sin embargo, si la persona tiene obesidad, consume alcohol, es fumadora, tiene una edad avanzada y antecedentes familiares de problemas al corazón, es necesario consultar porque las posibilidades de estar frente a una arritmia crecen.
Ahora, si no estás tan seguro, entonces te recomendamos consultar con un cardiólogo para que te realice una serie de exámenes como un electrocardiograma o un holter, monitor portátil que seguirá los latidos de tu corazón por 24 horas.
Ataque cardíaco
El ataque cardíaco se produce cuando se bloquea el flujo de sangre que al corazón. Esto, por lo general, es a causa de la acumulación de grasa, colesterol u otras sustancias que forman una placa en las arterias.
En ocasiones una placa puede romperse y formar un coágulo que bloquea el flujo sanguíneo. Así, al interrumpirse, daña o destruye una parte del músculo cardíaco.
Entre los síntomas, están:
- Presión, opresión, dolor, o sensación de compresión en el pecho o en los brazos, el que puede propagarse hacia el cuello, mandíbula o espalda.
- Falta de aire.
- Náuseas, indigestión, ardor de estómago o dolor abdominal
- Fatiga.
- Sudor frío.
- Aturdimiento o mareos repentinos.
Cabe mencionar que no todas las personas que tienen un ataque cardíaco presentan los mismos síntomas. Algunos pueden ser leves y otros más intensos.
Sin embargo, mientras más signos tengas, mayor es la probabilidad de que estés frente a un ataque, por lo que es necesario asistir de inmediato a un Servicio de Urgencia.
¿Sabías qué?
- Según los especialistas no es raro que una persona que tenga fibrilación auricular (la arritmia más común) también tenga ansiedad. Por eso, es más difícil identificarlo.
- Mantener un estilo de vida saludable, con una dieta equilibrada y la práctica de ejercicio puede ayudar a prevenir enfermedades del corazón e, incluso, un ataque de ansiedad.
Fuentes:
- Ipsos
- Clínica Mayo
- Bío Bío Chile
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